Friday, January 9, 2009

Eva Longoria


Eva Longoria es la mujer infiel más famosa de Hollywood. En su rol de “Gabrielle Solis”, en la apropiadamente titulada serie de ABC “Desperate Housewives”, pasea sus atractivos ojos y cabellos oscuros como una aburrida, sexualmente insaciable y calculadora mujer casada que quiebra el tedio de sus tardes en el suburbio con apasionados encuentros con su jardinero. Es un rol que Eva juega a la perfección, pero que está lejos de su realidad. Esta actriz de origen mexicano, criada en Corpus Christi, Texas, y poseedora de un grado en telecomunicaciones, llegó a Hollywood sin más intenciones que mejorar su oficio y, con suerte, conseguir un trabajo. En siete años consiguió mucho mas que eso. Obtuvo un rol en la telenovela “The Young & the Restless”, en la serie “L.A. Dragnet”, varios premios “Alma” y un lugar destacado entre las “25 personas más hermosas” de la revista “People”. Nada de eso se compara, sin embargo, a la fama de su más reciente personaje, una de esas divinas divas que son tan frías en un salón como ardientes en el dormitorio. “Gabrielle es una ex-modelo que se casó por dinero y ahora se siente sola y miserable, así que durante su tiempo libre tiene un “affaire” con su jardinero de 17 años”, la describe Eva, que en la vida real puso punto final a su propio matrimonio con el actor Tyler Christopher después de menos de dos años juntos. “Es un personaje divertido, impredecible, apasionado y sexy, asi que admiro sus cualidades aunque no comparto sus decisiones”.

-¿Qué tienes en común entonces con ella?
-Lo único que compartimos es que somos completamente opuestas. Ella es muy materialista, y yo en cambio vengo de una familia modesta. Nací y crecí en Texas, y para mi lo más importante es la familia, no los asuntos monetarios. Ella no quiere tener hijos, odia a los niños, y a me gustaría tener un pueblo lleno de niños. Nos parecemos en el sentido que las dos somos educadas, inteligentes y con ambición.

-Viviendo en Los Angeles debes conocer a mas de una mujer como Gabrielle…
-Así es. Encontré mucha inspiración en esta ciudad, especialmente en Beverly Hills. Como siempre digo, ‘Ten cuidado cuando tu mujer toma clases de tenis y todavía tiene un saque horroroso’.

-¿Qué lleva a una mujer a ser infiel?
-No creo que haya solo una justificación; son muchos los factores que llevan a una mujer a ser infeliz en su matrimonio. Una pareja deber estar dispuesta a conversar y comunicarse para evitar que uno u otro sean infelices, porque si no te comunicas empiezan las trizaduras, las cosas se ponen frías, llega el caos y ¡Terminas teniendo un ‘affaire’ con el jardinero!.

-Después de tu separacion, ¿Sigues creyendo en el matrimonio?
-Absolutamente. Es el sacramento más hermoso que una pareja puede contraer, una reunión muy espiritual. Pero también exige mucho trabajo. En mi caso, fue algo que demandaba mucho más de lo que estaba preparada para dar en este momento de mi vida. Pero sigo creyendo que el matrimonio es algo bello.

-¿Qué hace que un matrimonio funcione?
-Honestidad, en primer lugar. Confianza, romance y muchas, muchas risas. Es muy importante reírse de la seriedad de la vida y apoyarse mutuamente. Tu sabes que el sentido original del matrimonio fue ayudar al otro a llegar al cielo, y por lo mismo es un acto completamente generoso. Se trata de poner las necesidades del otro por sobre las tuyas, y esa es una tarea enorme que no creo que mucha gente este preparada para enfrentar. Por eso tenemos las tasas de divorcio que tenemos, porque somos una Nación y una sociedad egoísta. Un matrimonio feliz es muy difícil de conseguir estos días.

-“The New York Times” dijo que “Desperate Housewives” era un programa sexista, que ponía a las mujeres de vuelta en los años cincuenta. ¿Cómo respondes a esas criticas?
-Obviamente la persona que escribió eso no se ha dado cuenta de la intención de la serie. Lo que queremos mostrar es una visión divertida, oscura y cínica de la vida en los suburbios de América. Igual que “Sex & The City” reveló lo liberadas que eran las mujeres en Nueva York, nosotros vamos a mostrar de modo real la vida de las esposas suburbanas, que hasta ahora no han tenido una voz en televisión. Es triste y desilusionante que alguien vea el ‘show’ y no observe lo que estamos haciendo por un importante grupo de mujeres. Les estamos dando voz, poder y levantando su espíritu. Les estamos diciendo que si no les gusta su vida, la pueden cambiar.

-¿Que reacciones has tenido de parte de mujeres?
-He tenido muchísimas. La mayoría me dice “yo soy una esposa desesperada”. Se me acercan y me comentan “Esa es mi vida”. No tanto en el caso de mi personaje, porque no hay muchas ex-modelos que vivan en los suburbios, pero si en el caso del resto de los roles, mujeres que tratan de ser la ‘esposa perfecta’, la ‘madre perfecta’, y sienten una enorme presión por las expectativas que, más que sus maridos o sus hijos, la sociedad crea en ellas. Pienso que muchas mujeres se identifican con estos personajes, y cuando ven como ellos reaccionan a sus problemas, se sienten inspiradas y sienten que no están solas, que todo el mundo siente lo mismo que ellas.

-Tu personaje es muy sexy. ¿Te sientes cómoda interpretando ese tipo de rol frente a las cámaras?
-Una nunca se siente cómoda interpretando escenas de sexo con alguien con quien no tiene una relación romántica. Pero es divertido encarnar un personaje sin límites morales, te da un rango más amplio como actriz.

-Tu siempre has dicho que enfrentas tu carrera como un negocio. ¿Eso te hace muy distinta a otras actrices?
-Totalmente. No tengo idea cuantos millones de actores hay en Hollywood, pero de todos ellos sólo un uno por ciento consigue trabajo. Muchos llegan aquí buscando fama y no necesariamente crecer como actores o conseguir un trabajo de verdad.

-¿No fue tu caso?
-No, para nada. Pero ahora que mi cara está en todas partes es muy excitante. Nunca esperé ver tantos “billboards” promocionando la serie. Cuando me fui de Texas, lo hice con mi título en Telecomunicaciones y dispuesta a ser una actriz muerta de hambre, desesperada por encontrar un trabajo. En un principio trabajé como “head hunter”, donde gané más dinero que en mi primer año en “The Young & The Restless”. El dinero que gané lo invertí en mi misma; tomé clases de actuación, conseguí “head shots’, participé en ‘workshops’ y cosas así…Como actor hay tantas cosas que no puedes controlar; a veces no consigues el papel que quieres, otras están buscando una rubia…Es especialmente difícil para una latina, porque no tienes ningún control sobre los roles que te ofrecen. Por eso hay que concentrarse en las cosas que sí puedes cambiar. Yo elegí estar preparada para cuando se presentara la oportunidad, y asi ocurrió.

-¿Cuándo decidiste que querías ser actriz?
-Me gradué de “college” en Texas y participé en muchos concursos de belleza. A través de uno de ellos conseguí una beca para viajar a Los Angeles y participar en una competencia de belleza y talento. Vine por una semana y me di cuenta que esto era lo que me gustaba. Fue una decisión del minuto, como un ‘llamado’. Había una fuerza que me guiaba hacia esta profesión. Todo el mundo me dijo que si podía hacer otra cosa, lo hiciera, porque este es el negocio más difícil del mundo.

-¿Le dirías lo mismo a otros actores que están empezando?
-Si prefieren hacer otra cosa, que lo hagan. Este negocio es agotador y duro para tu espíritu y tus sueños. Se necesita ser muy fuerte para sobrevivir.

-¿Cuál es la parte más dura?
-El rechazo. Por cada rol que conseguí, hubo cuarenta donde fui rechazada. Es muy difícil, especialmente para las latinas, porque estamos muy poco representadas en esta industria. Tenemos un cinco por ciento de representación en el cine y la televisión, pero somos un quince por ciento de la población. No existen suficientes roles para nosotros, y creo que eso se debe a que necesitamos más productores, escritores y directores latinos, gente detrás de las cámaras que creen oportunidades para otros latinos. Por eso decidí producir dos shows, “Kiki goes to Hollywood”, con Kiki Melendez, y “Hot Tamales Live”. Si nosotros no creamos nuestras propias oportunidades, nadie más lo hará. No podemos sentarnos a esperar que aparezca un rol, como me sucedió con “Desperate Wives”. No fue fácil. Trabajé durante siete años para ser incluida en la “lista” de actrices disponibles para un papel, y si una no se dedica, no se esfuerza y no se compromete con el trabajo, no lo conseguirá. Y aun así, si una actriz llega a Hollwyood y sigue los mismos pasos que yo he dado, es muy probable que no consiga un trabajo.

-¿Estas tan lista para fracasar como para tener éxito?
-Esa es una buena pregunta. Considero todos mis fracasos una lección. Cada vez que no conseguí un papel, pensé que tenía que mejorar mi trabajo como actriz.

-Tú creciste en Estados Unidos, hablas ingles sin acento y no tienes un aspecto típicamente latino. ¿Aun así eres considerada “actriz latina” en Hollywood?
-Sí y no. Yo tengo un aspecto muy americano y no tengo acento, asi que puedo hacer un “crossover” a muchos roles y en eso he tenido mucha suerte. Pero me encantan los personajes latinos y acepto mi herencia y mi cultura, porque esto es lo que soy.

-¿No le tienes miedo a los estereotipos?
-La mayoría de los roles, es verdad, son estereotipos. Pero en “Desperate Wives” Gabrielle Solis es la mujer más rica de la cuadra y, de paso, es latina. Además, tiene un romance con un jardinero blanco. Este es el personaje menos estereotipado de la televisión actual. Los latinos, hasta ahora, nunca habíamos tenido una imagen como la que “The Cosby Show” creó para los afro-americanos, donde él era un medico y ella un abogado. Creo que eso es lo que los Solis harán para la comunidad latina. Pero los latinos no podemos jugar la carta racial. Tenemos que ser buenos en lo que hacemos, y como escritores o productores tenemos que trabajar el doble que los “anglo” para llegar a un lugar de influencia.

-Tú vienes de una familia mexicana…
-Sí, somos octava generación en América. Estamos en la tierra original de la Inquisición española; no cruzamos la frontera, la frontera nos cruzo a nosotros. Hemos sido americanos por largo tiempo, pero estoy muy conectada con mi cultura mexicana, esa es la forma en que fui criada. En mi casa hablábamos español, mi abuela no habla inglés, celebrábamos todas las fiestas católicas y cocinábamos comida mexicana. Somos una gran familia mexicana, y de ahí viene toda mi fuerza.

-¿Tus padres eran muy conservadores?
-No. No conmigo, al menos. Siempre he sido diferente…Soy la menor de cuatro hermanas, y ellas tienen la piel muy blanca, son muy ‘güeras’. Soy la única con pelo, ojos y piel oscura en mi familia, y por lo mismo siempre me llamaron ‘prieta fea’ o simplemente ‘fea’.

-Debes haber odiado ese sobrenombre…
-Ahora lo odio, pero en esa época no tenia idea de qué estaban hablando. Pensaba que era un nombre muy dulce. Ahora no puedo creer que me llamaban así…Siempre me sentí distinta porque me veía muy diferente, y nunca pensé que ser ‘oscura’ era bonito. Ahora mis hermanas mueren de envidia por mi piel y mi pelo oscuro.

-¿Cuándo te diste cuenta que eras bonita?
-¡Oh, God! No fue hasta que estuve en el ‘college’ y entré a mi primer concurso de belleza. Ofrecían una beca de dos mil dólares, y por eso me presenté. Eso fue lo que me motivó a participar en esos concursos, no la idea de que era hermosa. Siempre supe que era bonita por dentro y con el tiempo he ido cultivando esa belleza. Siento que soy una persona hermosa, pero no necesariamente pienso que me veo bonita.

Ocean Drive espanol, 2006

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