Jamie Lynn- Sigler
Adiós a Tony Soprano y su endurecido, pero aún palpitante, corazón que le permite disparar certero entre los ojos de algún enemigo y minutos más tarde sentarse tranquilamente junto a su familia a cenar. Adiós a Carmela, que con los constantes vaivenes de su conciencia le ha dado a su tribu –y a buena parte de los televidentes– las lecciones de dignidad que sólo la mujer de un mafioso puede dar. Y, para tristeza de tantos admiradores, ha llegado también la hora de despedirse de Meadow Soprano, la hija mayor del “Capo” que en estos años dejó de ser una atormentada adolescente para convertirse, frente a nuestros ojos, en una atractiva, inteligente e intensa mujer. “Meadow seguirá evolucionando”, adelanta Jamie-Lynn Sigler, la actriz que la interpreta, hablando de la nueva temporada. “Está de vuelta en la casa de sus padres, viviendo ese proceso de terminar el college sin saber qué quiere hacer con el resto de su vida. Está creciendo y convirtiéndose en una fantástica mujer”.
Lo mismo puede decirse de Jamie-Lynn. Hoy, cuando la mayoría de las estrellas jóvenes jura felicidad conyugal con la mano izquierda mientras con la derecha firman sus papeles de divorcio, o niegan problemas de salud mientras las revistas las muestran cada vez más esqueléticas, esta actriz proveniente de una familia judío-latina de Long Island, ha decidido hablar con la verdad.
En su autobiografía, Wise Girl: What I’ve Learned About Life, Love and Loss, escribió abiertamente de los desórdenes alimenticios y problemas de autoestima que casi le costaron su trabajo, y también de su divorcio. El matrimonio con su ex mánager, AJ DiScala, terminó en divorcio, pero eso no la ha convertido –como le dijo a Ocean Drive En Español en esta entrevista– en una cínica cuando se trata de romance.
Ocean Drive En Español: ¿Ha sido raro crecer al mismo tiempo que Meadow Soprano?
Jamie-Lynn Sigler: Hay momentos en que he sentido que vivo a través de Meadow, pero en general no es más que mi trabajo, una actuación que no va más allá de un par de horas al día. No he aprendido nada de ella. Hay algunas emociones o experiencias que podemos compartir, pero en el fondo somos mujeres muy diferentes.
ODE: ¿En qué?
JLS: En muchas formas. Yo soy muy emocional, llevo my heart on my sleeve. Soy tal como parezco y mi vida y mi carácter son muy abiertos. Meadow piensa que las emociones son una debilidad –en eso es muy parecida a su padre– y no le gusta mostrar su sensibilidad. Para ella es como bajar sus defensas. En ese aspecto somos totalmente opuestas.
ODE: ¿Ves alguna desventaja en estar tan identificada con un personaje tan temprano en tu carrera?
JLS: No. Sólo veo ventajas. El show siempre se filmó en Nueva York y eso me permitió seguir en mi colegio, con todos mis amigos, y no dejar de lado el estilo de vida que ya conocía. The Sopranos llegó en el momento perfecto a mi vida. Siento que me ha permitido vivir una adolescencia y una juventud completamente normal, y, al mismo tiempo, ha sido una experiencia profesional increíble.
ODE:¿Es cierto que cuando audicionaste no sabías de qué se trataba?
JLS: Sí. Por el título pensé que era un musical. Pero en cuanto entré a la habitación me di cuenta que estaba equivocada. Me entregaron el guión, me explicaron la trama y en ningún momento me sentí desilusionada.
ODE: ¿Qué respondes a todas las críticas que dicen que la serie perpetúa estereotipos sobre los ítalo-americanos?
JLS: Hay gente que siempre encontrará algo malo en cualquier cosa, y mientras más éxito tengas, más cosas negativas van a destacar. Esto es entertainment, un show de televisión... Hay miles de películas sobre la mafia, hechas antes y que se harán después de The Sopranos. No estamos buscando retratar a los ítalo-americanos, pero incluso si lo hiciéramos, creo que personajes como el mío retratan a las mujeres italianas con inteligencia y sensibilidad.
ODE: Un tema importante en la serie es la familia…
JLS: Exacto. Es cierto que los italianos tienen un gran sentido de familia, pero sucede lo mismo con los judíos o los latinos. Todas las culturas respetan ese concepto y creo que esa es una de las razones por las que tanta gente se ve identificada con la serie.
ODE: ¿Qué importancia tiene la familia para ti?
JLS: En lo personal, siempre he sabido que tengo una familia extraordinaria. La familia es lo único seguro que tienes en la vida, lo único estable. La familia es todo para mí y lo comparto con mi personaje. Aunque ella no aprueba la mafia y el tipo de vida que la rodea, para ella sus padres y su hermano siguen siendo lo primero. Es algo que no puede cambiar.
ODE: ¿Cómo te llevas con Edie, tu madre televisiva?
JLS: Edie es una mujer increíble y me siento muy afortunada de conocerla. Siento que quiero emularla en todos los sentidos. Es muy raro y refrescante encontrar a alguien que realmente se conoce y se acepta a sí misma, especialmente en un negocio como el nuestro, donde hay tantos locos. Es muy segura. Edie no tiene posturas falsas, es talentosa, cariñosa y aterrizada. Es una mujer muy cool.
ODE: ¿Fue la prensa demasiado dura con Robert Iler, tu hermano en la serie, cuando tuvo problemas con la justicia?
JLS: Si quieres ser un actor famoso, la gente se va a enterar de detalles de tu vida privada, va a hablar de ti y eso tiene ventajas y desventajas. Lo importante es ponerlo en perspectiva. Todos sabemos que lo que es noticia hoy, no tiene ninguna importancia mañana. La gente lee sobre ti y se olvida al día siguiente. Los únicos que importan son tu familia y tus amigos. onocieran mi historia, para que me dejaran tranquila. El resultado fue una avalancha de cartas de mujeres jóvenes que han pasado por lo mismo, y ahora siento que fue una manera de retribuir todo lo que se me ha dado. Es un modo de ayudar a la gente. Actualmente soy vocera de la National Eating Disorder Association y estoy comenzando mi propia fundación, donde espero crear una red de apoyo para personas que necesitan ayuda y no están cubiertas por un seguro de salud.
ODE: ¿Tuviste miedo de hablar sobre este tema?
JLS: ¡Por supuesto!
ODE: ¿Lo hablaste con tu familia o tu agente antes de aparecer públicamente?
JLS: Lo hablé sólo con mi familia y con nadie más. Fue aterrador, pero fue algo que sentí que tenía que hacer y estoy muy feliz de haberlo hecho.
ODE: ¿Por qué problemas como el tuyo siguen siendo un tabú en Hollywood?
JLS: Cuando decimos que los problemas de desordenes alimenticios abundan en Hollywood, es porque estamos constantemente observando a las estrellas. Sí, hay actores de Hollywood que tienen problemas, pero si llevas las cámaras a cualquier High School del país, te vas a encontrar con problemas similares. Por eso me molesta cuando la gente lo describe como “un problema de Hollywood”. No se dan cuenta que es algo que afecta a toda la sociedad, no sólo a las estrellas.
ODE: Pero Hollywood es el que establece los estándares de belleza…
JLS: No necesariamente. Mi desorden alimenticio no empezó porque estuviera emulando a alguna estrella de cine, sino por lo que veía entre las chicas de mi colegio. Es verdad, los medios y Hollywood tienen cierta responsabilidad, pero no toda.
ODE: ¿Qué ha sido lo más positivo de tu honestidad sobre este tema?
JLS: Todo. La experiencia que he tenido, las personas que he conocido... Me siento inspirada por toda la gente que encuentro en mi camino, ya sea en la calle o en una fiesta de Hollywood. Creo que lo que he vivido tiene una razón y que Dios tiene un plan para mí. Todo lo bueno y lo malo que me ha sucedido, me ha llevado a ser la mujer que soy hoy. The Sopranos, por ejemplo, ha sido para mi mucho más que una experiencia profesional. El equipo ha estado a mi lado en mis momentos más difíciles y siempre se ha comportado como mi segunda familia.
-ODE: ¿Te dolió tener un divorcio tan publicitado?
JLS: La verdad es que nunca pensé en la parte pública de mi ruptura. Para mí fue algo personal y de mi familia. Hay gente que me preguntaba por cosas que se habían dicho o escrito, pero para ser honesta, lo único significativo de ese proceso fue mi tristeza por el fin de mi matrimonio.
ODE: ¿El divorcio cambió tu percepción sobre el amor y el ma-trimonio?
JLS: ¡Para nada! Sigo siendo una romántica, sigo creyendo en el verdadero amor y en una relación que dura para siempre. Eso es algo que nunca va a cambiar. Lo que sucedió es muy desafortunado, nunca lo esperé. Creí que iba a estar junto a ese hombre durante una eternidad. Pero, así es la vida. Una tiene que confiar en su intuición y mi matrimonio no era el correcto. Todavía creo que en el futuro hay alguien para mí. Eso es lo que quiero.
ODE: ¿Qué sientes ahora, que estás filmando los últimos capítulos de la serie?
JLS: Es dulce y amargo. Estamos rodando los capítulos once y doce de esta temporada, luego descansaremos unos meses, grabaremos ocho más y... That’s it! En agosto se cumplirán diez años con la serie, y creo que ninguno de nosotros ha tomado real conciencia del éxito que hemos tenido. Hemos revolucionado la TV. Pero, lo más importante para mí ha sido mi evolución personal.
ODE: ¿Cómo ves el futuro?
JLS: Estoy segura que tendré nuevas oportunidades. Una nunca puede actuar con miedo. ¿Cómo podría pensar que después de The Sopranos no hay nada más? Tengo que pensar en forma positiva.
ODE: Y si pudieras imaginar que viene adelante...
JLS: Profesionalmente, sería un balance entre el cine y televisión. Y en lo personal, me encantaría formar una linda familia.
Ocean Drive Español, 2006
Lo mismo puede decirse de Jamie-Lynn. Hoy, cuando la mayoría de las estrellas jóvenes jura felicidad conyugal con la mano izquierda mientras con la derecha firman sus papeles de divorcio, o niegan problemas de salud mientras las revistas las muestran cada vez más esqueléticas, esta actriz proveniente de una familia judío-latina de Long Island, ha decidido hablar con la verdad.
En su autobiografía, Wise Girl: What I’ve Learned About Life, Love and Loss, escribió abiertamente de los desórdenes alimenticios y problemas de autoestima que casi le costaron su trabajo, y también de su divorcio. El matrimonio con su ex mánager, AJ DiScala, terminó en divorcio, pero eso no la ha convertido –como le dijo a Ocean Drive En Español en esta entrevista– en una cínica cuando se trata de romance.
Ocean Drive En Español: ¿Ha sido raro crecer al mismo tiempo que Meadow Soprano?
Jamie-Lynn Sigler: Hay momentos en que he sentido que vivo a través de Meadow, pero en general no es más que mi trabajo, una actuación que no va más allá de un par de horas al día. No he aprendido nada de ella. Hay algunas emociones o experiencias que podemos compartir, pero en el fondo somos mujeres muy diferentes.
ODE: ¿En qué?
JLS: En muchas formas. Yo soy muy emocional, llevo my heart on my sleeve. Soy tal como parezco y mi vida y mi carácter son muy abiertos. Meadow piensa que las emociones son una debilidad –en eso es muy parecida a su padre– y no le gusta mostrar su sensibilidad. Para ella es como bajar sus defensas. En ese aspecto somos totalmente opuestas.
ODE: ¿Ves alguna desventaja en estar tan identificada con un personaje tan temprano en tu carrera?
JLS: No. Sólo veo ventajas. El show siempre se filmó en Nueva York y eso me permitió seguir en mi colegio, con todos mis amigos, y no dejar de lado el estilo de vida que ya conocía. The Sopranos llegó en el momento perfecto a mi vida. Siento que me ha permitido vivir una adolescencia y una juventud completamente normal, y, al mismo tiempo, ha sido una experiencia profesional increíble.
ODE:¿Es cierto que cuando audicionaste no sabías de qué se trataba?
JLS: Sí. Por el título pensé que era un musical. Pero en cuanto entré a la habitación me di cuenta que estaba equivocada. Me entregaron el guión, me explicaron la trama y en ningún momento me sentí desilusionada.
ODE: ¿Qué respondes a todas las críticas que dicen que la serie perpetúa estereotipos sobre los ítalo-americanos?
JLS: Hay gente que siempre encontrará algo malo en cualquier cosa, y mientras más éxito tengas, más cosas negativas van a destacar. Esto es entertainment, un show de televisión... Hay miles de películas sobre la mafia, hechas antes y que se harán después de The Sopranos. No estamos buscando retratar a los ítalo-americanos, pero incluso si lo hiciéramos, creo que personajes como el mío retratan a las mujeres italianas con inteligencia y sensibilidad.
ODE: Un tema importante en la serie es la familia…
JLS: Exacto. Es cierto que los italianos tienen un gran sentido de familia, pero sucede lo mismo con los judíos o los latinos. Todas las culturas respetan ese concepto y creo que esa es una de las razones por las que tanta gente se ve identificada con la serie.
ODE: ¿Qué importancia tiene la familia para ti?
JLS: En lo personal, siempre he sabido que tengo una familia extraordinaria. La familia es lo único seguro que tienes en la vida, lo único estable. La familia es todo para mí y lo comparto con mi personaje. Aunque ella no aprueba la mafia y el tipo de vida que la rodea, para ella sus padres y su hermano siguen siendo lo primero. Es algo que no puede cambiar.
ODE: ¿Cómo te llevas con Edie, tu madre televisiva?
JLS: Edie es una mujer increíble y me siento muy afortunada de conocerla. Siento que quiero emularla en todos los sentidos. Es muy raro y refrescante encontrar a alguien que realmente se conoce y se acepta a sí misma, especialmente en un negocio como el nuestro, donde hay tantos locos. Es muy segura. Edie no tiene posturas falsas, es talentosa, cariñosa y aterrizada. Es una mujer muy cool.
ODE: ¿Fue la prensa demasiado dura con Robert Iler, tu hermano en la serie, cuando tuvo problemas con la justicia?
JLS: Si quieres ser un actor famoso, la gente se va a enterar de detalles de tu vida privada, va a hablar de ti y eso tiene ventajas y desventajas. Lo importante es ponerlo en perspectiva. Todos sabemos que lo que es noticia hoy, no tiene ninguna importancia mañana. La gente lee sobre ti y se olvida al día siguiente. Los únicos que importan son tu familia y tus amigos. onocieran mi historia, para que me dejaran tranquila. El resultado fue una avalancha de cartas de mujeres jóvenes que han pasado por lo mismo, y ahora siento que fue una manera de retribuir todo lo que se me ha dado. Es un modo de ayudar a la gente. Actualmente soy vocera de la National Eating Disorder Association y estoy comenzando mi propia fundación, donde espero crear una red de apoyo para personas que necesitan ayuda y no están cubiertas por un seguro de salud.
ODE: ¿Tuviste miedo de hablar sobre este tema?
JLS: ¡Por supuesto!
ODE: ¿Lo hablaste con tu familia o tu agente antes de aparecer públicamente?
JLS: Lo hablé sólo con mi familia y con nadie más. Fue aterrador, pero fue algo que sentí que tenía que hacer y estoy muy feliz de haberlo hecho.
ODE: ¿Por qué problemas como el tuyo siguen siendo un tabú en Hollywood?
JLS: Cuando decimos que los problemas de desordenes alimenticios abundan en Hollywood, es porque estamos constantemente observando a las estrellas. Sí, hay actores de Hollywood que tienen problemas, pero si llevas las cámaras a cualquier High School del país, te vas a encontrar con problemas similares. Por eso me molesta cuando la gente lo describe como “un problema de Hollywood”. No se dan cuenta que es algo que afecta a toda la sociedad, no sólo a las estrellas.
ODE: Pero Hollywood es el que establece los estándares de belleza…
JLS: No necesariamente. Mi desorden alimenticio no empezó porque estuviera emulando a alguna estrella de cine, sino por lo que veía entre las chicas de mi colegio. Es verdad, los medios y Hollywood tienen cierta responsabilidad, pero no toda.
ODE: ¿Qué ha sido lo más positivo de tu honestidad sobre este tema?
JLS: Todo. La experiencia que he tenido, las personas que he conocido... Me siento inspirada por toda la gente que encuentro en mi camino, ya sea en la calle o en una fiesta de Hollywood. Creo que lo que he vivido tiene una razón y que Dios tiene un plan para mí. Todo lo bueno y lo malo que me ha sucedido, me ha llevado a ser la mujer que soy hoy. The Sopranos, por ejemplo, ha sido para mi mucho más que una experiencia profesional. El equipo ha estado a mi lado en mis momentos más difíciles y siempre se ha comportado como mi segunda familia.
-ODE: ¿Te dolió tener un divorcio tan publicitado?
JLS: La verdad es que nunca pensé en la parte pública de mi ruptura. Para mí fue algo personal y de mi familia. Hay gente que me preguntaba por cosas que se habían dicho o escrito, pero para ser honesta, lo único significativo de ese proceso fue mi tristeza por el fin de mi matrimonio.
ODE: ¿El divorcio cambió tu percepción sobre el amor y el ma-trimonio?
JLS: ¡Para nada! Sigo siendo una romántica, sigo creyendo en el verdadero amor y en una relación que dura para siempre. Eso es algo que nunca va a cambiar. Lo que sucedió es muy desafortunado, nunca lo esperé. Creí que iba a estar junto a ese hombre durante una eternidad. Pero, así es la vida. Una tiene que confiar en su intuición y mi matrimonio no era el correcto. Todavía creo que en el futuro hay alguien para mí. Eso es lo que quiero.
ODE: ¿Qué sientes ahora, que estás filmando los últimos capítulos de la serie?
JLS: Es dulce y amargo. Estamos rodando los capítulos once y doce de esta temporada, luego descansaremos unos meses, grabaremos ocho más y... That’s it! En agosto se cumplirán diez años con la serie, y creo que ninguno de nosotros ha tomado real conciencia del éxito que hemos tenido. Hemos revolucionado la TV. Pero, lo más importante para mí ha sido mi evolución personal.
ODE: ¿Cómo ves el futuro?
JLS: Estoy segura que tendré nuevas oportunidades. Una nunca puede actuar con miedo. ¿Cómo podría pensar que después de The Sopranos no hay nada más? Tengo que pensar en forma positiva.
ODE: Y si pudieras imaginar que viene adelante...
JLS: Profesionalmente, sería un balance entre el cine y televisión. Y en lo personal, me encantaría formar una linda familia.
Ocean Drive Español, 2006
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