Friday, January 9, 2009

Bill Clinton


En Estados Unidos, no son pocos los que todavía lloran cuando escuchan el nombre de Bill Clinton, suspirando con nostalgia por los días en que ocupaba la Casa Blanca. Después de cinco anos de haber abandonado la Presidencia, el más carismático de los políticos norteamericanos esta lejos de haber desaparecido. Su monumental autobiografía vendió millones de ejemplares alrededor del mundo, convirtiéndose en uno de los más grandes best-sellers de los últimos anos, y su trabajo en temas como el SIDA en Africa o la crisis del Tsunami en el Sudeste Asiático- donde llego acompañado de su ex-contricante, George H. Bush- lo mantienen constantemente la primera plana. De Washington a Wall Street, de Hollywood a los campos de Kansas u Ohio, Clinton sigue siendo tan adorado por sus seguidores y resentido por sus adversarios como ese día de 1992 cuando obtuvo su primer mandato como Presidente. Si algo puede decirse de esos anos, es que fueron de optimismo y juventud. Después de mas de una década de conservatismo, en Estados Unidos comenzó a hablarse de reformas a la salud y la educación, gays en el Ejercito, cooperación internacional y lucha contra el SIDA. En Hollywood, Barbra Streisand le dedico a los Clinton su canción “Happy Days Are Here Again”, y, para muchos, esa promesa de días felices se hizo realidad. Pero en los próximos ocho anos los problemas no escasearon, y aunque Bill Clinton termino su presidencia salpicado con escándalos, su reputación política sobrevivió milagrosamente intacta.

Ahora el Presidente- que mantiene sus oficinas en el barrio de Harlem en Nueva York-, volverá a ocupar un lugar protagonico en el escenario internacional cuando, entre el próximo 15 y 17 de Septiembre, organice en Nueva York la primera reunión de la “Cinton Global Initiative”, una reunión cumbre donde participaran, entre otros, Tony Blair, Jacques Chirac, Rania de Jordania, Arnold Schwarzennegger, Kofi Annan, George Soros, Rupert Murdoch y la Secretario de Estado Condolezza Rice, para discutir cuatro temas: Pobreza, Religión, Ambiente y Gobierno. Clinton esta decidido a que su Iniciativa Global sea más efectiva que otras reuniones similares, y por lo mismo, mas alla de palabras, palabras y palabras, espera obtener compromisos reales que, segun dice, hagan una verdadera diferencia.

Bill Clinton hablo con Cosas en exclusiva en Nueva York pocos días antes de la inauguración de la cita cumbre.

- ¿Que espera haber conseguido el 17 de Septiembre, el día que termina la reunión del CGI?
-Espero que sea algo distinto a lo que reuniones de este tipo a menudo consiguen. Estamos discutiendo un numero de temas relativamente pequeño, de modo que los asistentes puedan venir por dos días y pasar medio día dedicado a cada tópico. Al final voy a pedirle a todos los participantes del sector privado que se comprometan tomar algunas acciones en el próximo ano y luego me informen de su progreso. Creo que si hacemos esto cada ano durante diez anos, coincidiendo con la Asamblea General de la ONU en Nueva York, con una cifra de entre 500 y mil participantes, al final de la década tendremos un impresionante numero de acciones que aliviaran los problemas del mundo.

-¿Por que se siente tan optimista acerca de este “compromiso”?
-Primero, estoy optimista porque desde el final de la guerra fría- que después de todo ocurrió solo hace 16 anos- hay tres grandes cosas que han sucedido, y que generalmente no tienen mucha cobertura periodística. Primero, mas de la mitad del mundo vive en Democracia, lo que no garantiza un buen gobierno, pero al menos permite deshacerse de ellos si la mayoría esta en su contra. Muchos de sus lectores en Latinoamérica han tenido mucha experiencia en este campo. Segundo, la Internet como instrumento de poder para los ciudadanos es muy importante. Como ejemplo, la epidemia de SARS fue detenida en China y Canadá por la revuelta que los ciudadanos Chinos organizaron a través de la Internet, obligando al gobierno a aceptar que había un problema y que debía lidiar con él. Otro ejemplo, es que la mayoría de las contribuciones que el 30 por ciento de los hogares norteamericanos dieron para ayudar durante la crisis del Tsunami en el Sudeste Asiático, llegaron a través de la Internet. Tercero es el desarrollo de las organizaciones no-gubernamentales, que han creado un puente entre lo que el gobierno y el sector privado pueden hacer, organizando a la sociedad civil y solucionando, en el proceso, muchos de sus problemas. La mayor organización no-gubernamental es la Fundación Bill Gates, que ha dedicado mil millones de dólares para solucionar problemas de alimentación y salud en India y Africa, y 250 millones de dólares en América, tratando de mejorar nuestros colegios. Pero hay otras más pequeñas alrededor del mundo, con las que me relaciono todos los días, que han cambiado la cara del futuro. Lo que estoy tratando de hacer es organizar y movilizar todos estos esfuerzos y cubrir los vacíos en problemas que muchos gobiernos aun no pueden, y quizás nunca podrán, solucionar.

-Hablemos de los temas de la reunión. El primero es pobreza. Usted propone aumentar considerablemente la cantidad de dinero que los países ricos dan a los pobres. Si lo consigue, ¿Cómo va a distribuir esos recursos en países que, muchas veces, están en manos de gobiernos corruptos o dictaduras?

-Creo que la idea del Grupo de los Ocho de aumentar los recursos es loable, pero es solo el comienzo, porque usted esta haciendo una pregunta importante. Cuando Estados Unidos y el G8 decidieron aliviar la deuda de los países en desarrollo en el ano 2000- que fue mayor que la adoptada por el G8 este ano-, funciono muy bien. Bolivia, por ejemplo, recibió, si recuerdo bien, 77 millones de dólares al ano en ayuda, dinero que fue dedicado a la salud. Lo que hicimos fue decir “usted solo puede tener acceso a este dinero si tiene un respeto básico por los derechos humanos y si todos los recursos van a desarrollo económico, educación o salud”.

-¿La ayuda se convierte en una herramienta política entonces?
-Se convierte en una herramienta política solo en el sentido que queremos asegurarnos que los ciudadanos sean los beneficiados. Este ano el G8 decidió liberar a 18 países completamente de su deuda. Estuve recientemente en Africa, por ejemplo, donde Rwanda, que recibió 800 millones de dólares de ayuda en el 2000, ahora recibió otros 600 millones que, en efecto, son 52 millones de dólares anuales en pago de intereses. Así, ahora tienen 52 millones de dólares mas en su presupuesto anual. Lo complicado es como hacer lo mismo con ayuda, como aliviar a la gente que vive con gobiernos que no quieren o no pueden solucionar los problemas. Ahí la respuesta es derivar recursos a organizaciones no-gubernamentales que trabajan en el país u operaciones internacionales como la UNICEF. La comunidad internacional debe ser muy sofisticada para lidiar con este problema, y no es mi intención crear una nueva y gran burocracia. La administración Bush quiso hacer esto a través del “President Millenium Challenge Grant”, y tenia un gol muy admirable. Pero como quisieron hacerlo en forma unilateral, crearon una nueva organización totalmente nueva y sus comienzos han sido muy lentos. No hay necesidad de esa lentitud si se trabaja con disciplina. Si el país en cuestión tiene demasiada corrupción o no tiene intención de gastar en el beneficio publico, ese dinero puede ser puede ser puesto en organizaciones internacionales de ayuda.

-Otro tema que tocaran es Religión, un asunto que parece estar muy vinculado a la política actual, incluso en Estados Unidos. ¿Cómo se puede lidiar con asuntos como la lucha contra el SIDA o los derechos de mujeres o gays, cuando la religión esta de por medio?
-Esa es una gran pregunta. Hay que partir hablando de la ayuda que las organizaciones religiosas pueden dar. Cuando la sociedad esta dividida, los lideres religiosos pueden unirla. Eso es lo que ha sucedido en el Norte de Irlanda, por ejemplo. Esto es muy importante en Islam. Cuando ocurrieron los atentados en Londres, las voces más importantes que se escucharon fueron las de los lideres religiosos musulmanes que los condenaron diciendo que eran inconsistentes con su Fe. Hay otras ocasiones en que la Iglesia se opone a ciertas respuestas, como la Iglesia Católica que esta, en teoría, en contra de la distribución de preservativos o el trabajo con prostitutas. Ahí la respuesta es pedirle a las organizaciones religiosas no que abandonen sus predicas, pero que hagan lo que puedan para ayudar. Por ejemplo, en Estados Unidos hemos tenido un gran aumento de interés de parte de los Cristianos Evangélicos por solucionar el problema del SIDA. Puede que difieran de las propuestas que la mayoría de las organizaciones contra el SIDA quieren implementar, pero hay muchas cosas que pueden hacer por su parte. En terreno, las diferencias son mucho menores. En Tanzania, cuando lanzamos la campana para luchar contra el SIDA en las zonas rurales, estuvieron presentes representantes de todos los grupos religiosos del país, incluyendo la Iglesia Católica. En Rwanda, mucha de la acción contra esa enfermedad esta administrada por monjas católicas. Así que no creo que las diferencias en terreno sean tan grandes como se ven cuando se habla de doctrina.

-¿Y que pasa cuando la Fe se convierte en política?
-Ahí hay un potencial problema. Una de las razones por las que Estados Unidos ha durado tanto como lo ha hecho, es porque existe clara separación entre Iglesia y Estado. Eso no significa que aquellos que controlan el gobierno no deban ser religiosos o no deban actuar de acuerdo a sus convicciones, sino entender que la política pertenece a este mundo y, por lo tanto, debe estar sujeta a discusión y compromisos. Quienes creemos en la separación entre Iglesia y Estado, pensamos que es imposible que alguien sea poseedor de la verdad absoluta y la imponga sobre el resto. Eso es completamente antidemocrático y, para mi, la única área donde política y religión no pueden ser reconciliables. Cuando la verdad de Dios se impone sobre el resto, la verdadera Democracia- que no solo es el gobierno de la mayoría sino también el derecho de la minoría-, es imposible.

-El tercer tema de la reunión es Gobernabilidad. Según las encuestas, gran parte de Latinoamérica esta desilusionada de sus gobiernos democráticos. ¿Cómo pueden ayudar organizaciones como la CGI a solucionar este problema sin intervenir en la política interna de cada país?
-Bueno, no pretendo que vaya a ser fácil. En lo que respecta a corrupción, debemos entender que hay un limite hasta donde un país puede crecer si el gobierno insiste en ser corrupto, porque el dinero no se invierte en el país y la gente que tiene recursos prefiere sacarlos al extranjero. Por otro lado, mi experiencia- y hablo solo por mí mismo- me dice que la falta de capacidad y la inhabilidad para conseguir cosas que los países desarrollados dan por hecho, es un problema aun más grande que la corrupción y contribuye a ella. Cuando las agencias gubernamentales no están organizadas y entrenadas para solucionar problemas, eso crea un ambiente propicio para la corrupción. No creo que en esta reunión o a través del programa podamos prometer solucionar todos los problemas de corrupción en el mundo, pero si creo que podemos hacer una gran diferencia si ayudamos a los países que lo desean a desarrollar capacidad administrativa y crear leyes que beneficien a todos sus ciudadanos. Le voy a dar un ejemplo no-latinoamericano. Después de la caída del comunismo, muchos países en Europa Central y del Este eligieron buenos presidente, gente honesta que todos nos sentiríamos orgullosos de apoyar, y que tenían a mucha gente joven e idealista a su alrededor. Pero no tenían una burocracia u organización que les permitiera funcionar y hacer las cosas que deseaban. En Estados Unidos asumimos que el aire será limpio, que el lugar de trabajo será seguro y que algún día recibiremos una pensión, pero esas son cosas que muchas democracias emergentes no tienen. Una cosa que todos hicimos- incluyéndome a mí mismo-. fue dedicar tiempo y esfuerzo a asegurarnos que en esos países hubieran elecciones honestas, pero no a entregar recursos para crear estructuras internas que garantizaran un gobierno efectivo. Le sorprendería la cantidad de gobiernos que nos piden ayuda. Cuando era Presidente, el gobierno Chino, que no es una Democracia, me pidió que los ayudáramos a crear un sistema legal que fuera confiable para los gobiernos democráticos y las empresas alrededor del mundo. La persona que puse a cargo de ese proyecto todavía pasa un tercio de su tiempo trabajando en China. Esto es algo que los Estados Unidos, Europa o Japón hemos dejado un poco de lado, así que he decidido hacer lo posible para aumentar la capacidad de los gobiernos. Hago mucho trabajo contra el SIDA, pero no visito un país a menos que el gobierno me pida que nos reunamos primero y creemos un plan que sea aceptado por ellos. Luego tratamos de crear una infraestructura, que les permita lidiar no solo con el SIDA, sino con todo tipo de problemas de salud. Solo entonces mandamos la medicina para el SIDA, ayudamos, y salvamos muchas vidas. Pero en el proceso creamos un verdadero sistema de salud.
“Vamos a tener que concentrarnos mucho mas en ayudar a los gobiernos libres a funcionar para sus pueblos. De otro modo, las Democracias en Latinoamérica, Africa, el Sudeste Asiático y muchos otros lugares, estarán amenazadas. Hay mucha tensión actualmente en Latinoamérica. En Venezuela, el señor Chavez tiene un punto de vista que es mucho más fácil promover cuando se tiene petróleo a 50 dólares el barril, que cuando esta a 20 dólares. Pero muchos países no tienen petróleo, y sus gobiernos van a tener que crear prosperidad a la manera antigua”.

-Finalmente esta el tema del ambiente. Hay quienes piensan que existe una contradicción entre el cuidado del ambiente y el progreso y los negocios. ¿Esta de acuerdo?
-No. De hecho, creo que a largo plazo ningún país puede crecer sin una buena política ambiental que mantenga sus recursos básicos. El Latinoamérica, ustedes tienen algunos de los mejores terrenos de cultivos del mundo, pero si no los cuidan muy pronto no serán capaces de plantar, cosechar y alimentar a su creciente población. Así esta sucediendo en el Norte de China, por ejemplo, donde ahora hay grandes tormentas de arena todos los anos porque destruyeron muchos de sus campos de cultivo. La verdad es que una buena política ambiental es positiva para la economía. Cuando era joven y estaba recién empezando mi vida publica, hace mas de 25 anos, fui a Japón y ahí la gente iba al trabajo todos los días con mascaras en la boca porque el aire era muy malo en Tokio. Ahora es tan limpio como en cualquier ciudad americana promedio, y el desarrollo de una tecnología para limpiar el aire creo, además, muchos trabajos e hizo que la economía fuera más eficiente. Cuando abandone la presidencia, dejamos a 43 millones de americanos que, después de vivir durante largo tiempo en ambientes contaminados, ahora estaban respirando aire que respondía a los estándares de nuestra política de “clean air”. Eso redujo nuestro gasto en servicios de salud y aumento la productividad de esos ciudadanos. Esa idea de que para progresar hay que poner mas gases en el aire o abusar el agua y la tierra, no puede ser más lejana a la verdad. Los países que han tenido verdadero progreso a largo plazo, son aquellos que tienen una política ambiental balanceada. Sin embargo, creo que la forma en que se llevan a cabo estas políticas es muy importante. Si uno solo impone regulaciones duras y centralizadas, en vez de buscar la forma de crear nuevas oportunidades económicas y preservar el ambiente al mismo tiempo, puede detener el desarrollo económico al menos en el corto plazo.

-¿Que responsabilidad le da a la prensa cuando se trata de problemas sociales en general y a iniciativas como la suya? Hace unos días, “The New York Times” revelo que las cadenas de televisión americanas le daban infinitamente mas espacio al juicio de Michael Jackson, por ejemplo, que a las crisis en Darfour o Nigeria.
-Leí ese informe y me pareció muy emotivo. Parte del problema es natural, porque las organizaciones noticiosas tienden a preocuparse de aquellos problemas que están más cercanos a su publico. Pero la otra parte, viene de esta cultura de celebridad que muchos países ricos han cultivado y que obviamente interfiere con la capacidad de sus ciudadanos para enterarse de los problemas del mundo. Creo que una de las cosas que han sucedido desde el Once de Septiembre del 2001 en América, es que todos a través del espectro político estamos más conscientes de que lo que suceda al otro lado del mundo también nos afectara a nosotros. Pero no se puede esperar que la gente reaccione, si no sabe lo que esta sucediendo. Un ejemplo positivo a este respecto son los países escandinavos, que tienen economías saludables y dan una ayuda muy generosa porque tienen el apoyo de todos los sectores de la sociedad. Ese apoyo viene, en parte, porque en esos países existe una enorme cobertura sobre lo que ocurre en países subdesarrollados.

-¿En general, los políticos americanos están conscientes de los problemas mundiales?
-Más que nunca antes. Mi esposa esta en el Congreso, y ella y el senador republicano John McCain son muy activos en las discusiones sobre los cambios climáticos que se llevan a cabo en el Senado. Ambos llevaron a un grupo de senadores republicanos al ultimo lugar habitado en el norte de la tierra, una isla a 600 millas de la costa de Noruega, para estudiar el calentamiento de la tierra. Estos son tipos que generalmente hacen lo que le pidan las grandes companias petroleras norteamericanas y que nunca habían pensado en asuntos como este. El hecho de que hicieran este viaje, demuestra que el clima político esta cambiando.

-¿Es más fácil para usted lidiar con estos asuntos ahora, que esta fuera de la Presidencia, que con las presiones de la Casa Blanca?
-Sí y no. Cuando estaba en el gobierno tenia mas poder, obviamente, y podía llevar a cabo cosas como el alivio de la deuda del milenio. Pero también estaba obligado a lidiar con otros problemas a medida que iban apareciendo y tenia la presión del Congreso cuando no estaba de acuerdo conmigo. Cuando abandone la presidencia, quede libre para elegir con quienes quería trabajar y hacer lo que considero necesario. Además me puedo concentrar en problemas específicos que me interesan. Como Presidente uno tiene mucho poder, pero se dispersa por las circunstancias. Ahora soy yo el que elige donde pongo mis esfuerzos, y es algo que me da mucha alegría porque creo que estos son los temas esenciales para los próximos 50 anos.

Cosas, 2007

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