Wednesday, June 17, 2009

Isabel Toledo


Hay algo de injusticia en toda la atención que Isabel Toledo ha recibido en las últimas semanas, después de que Michelle Obama, la flamante nueva Primera Dama de Estados Unidos, eligiera uno de sus diseños para acompañar a su marido en su ceremonia de inauguración presidencial. Ese conjunto de vestido y tapado en encaje de lana suizo color ‘lemongrass’- admirado por muchos, criticado por algunos- fue la puerta de entrada de Michelle al mundo de la moda americana, donde ha sido recibida con tanto entusiasmo como esperanza.
“Su elección (de guardarropa) proyecta una actitud mas moderna, simple y clara, rechazando la ridícula idea de que la única forma que una Primera Dama puede vestirse es con ese detestable uniforme de la Casa Blanca, un traje anónimo, cuadrado, que siempre se las ha arreglado para parecer tan atractivo y cómodo como una armadora’, escribió Anna Wintour en la edición de Marzo de “Vogue”, que lleva a Michelle en su portada, “En cambio, aquí tenemos a una mujer que está feliz con diseñadores nuevos y menos obvios, como Jason Wu o Isabel Toledo…es inspirador ver a una Primera Dama tan serena y segura en su estilo personal”.
Para Isabel, este ha sido el trampolín a la fama internacional, y es ahí, justamente, donde está la injusticia, porque muchos asumen que su éxito ha sido de la noche a la mañana y que hasta ahora su nombre era total y absolutamente desconocido.
Gran error.
En mas de dos décadas de trabajo, esta diseñadora cubano- americana ha ganado una merecida reputación como una de las creadoras mas interesantes, creativas y cerebrales de la moda americana, una ‘diseñadora de diseñadores” con colecciones a la venta en algunas de las tiendas mas exclusivas de Estados Unidos, Europa y Asia, incluyendo Barneys y Bergdorf Goodman en Manhattan y Dover Street Market en Londres. En el camino, ha ganado mas premios de los que es posible recordar. El mas reciente fue el galardón que el año pasado le entregó el “Couture Council”, una ocasión que ella celebró junto a su marido, el célebre ilustrador y artista Rubén Toledo, con un cocktail en el loft que ambos comparten en la esquina de la calle 28 y Broadway.
El lugar es una cueva de Ali-Babá para cualquiera interesado en la moda, un laberinto de bocetos, telas, esculturas, objetos y dibujos. Dividido en dos pisos, el primero es un amplio y luminoso espacio abierto, bohemio, adorablemente desordenado, donde Rubén pinta y dibuja todo el día; el segundo, en cambio, es un taller blanco e inmaculado, perfectamente organizado, donde Isabel crea sus diseños.
Desde ahí, Isabel habló hace un tiempo de su trabajo, su carrera, su inspiración y, por supuesto, de su matrimonio, ampliamente considerado como “ideal” por cualquiera que conozca a la pareja. Aunque esta conversación tuvo lugar mucho antes de su colaboración con la actual Primera Dama, es poco probable que las cosas hayan realmente cambiado desde entonces. Isabel, como esas actrices que reciben finalmente un Oscar después de años arrancando aplausos en los críticos pero no en la masa, sabe, a estas alturas, que el carácter, estilo e individualidad- y no la fama efímera- son las herramientas de un verdadero diseñador.

-¿Cuáles dirías que son tus influencias en lo que a estilo se refiere?
-Mi estética se formó por dos polos opuestos, que son mis padres. Mi padre siempre tuvo una elegancia severa, fue un verdadero minimalista. Mi madre, en cambio, adora todo lo que sea “de moda”, y sabe apreciar la frivolidad y la constante contradicción de la moda. Su actitud es barroca. Su familia estaba en el negocio de los zapatos, y me acuerdo haberla escuchado decir ‘Nací en una caja de zapatos’. Ella siente que eso le da el derecho divino a tener la mayor cantidad de zapatos que sea posible.
-¿Cuáles eran tus ídolos cuando niña?
-Mis primeras influencias son las del cine, por supuesto. Admiraba lo mejor de la cultura pop, Katherine Hepburn, Bette Davis, Barbara Stanwick y otros, incluyendo a Eleanor Roosevelt y Ray Eames. Diría que siempre me atrajeron las mujeres fuertes, independientes, con sentido del humor. Eso tiene que ver también con mi visión de la elegancia, un tema mucho mas complejo y que no le debe nada a la moda. Ser elegante es ser verdadero, un elemento de gracia que nos da la vida.
-¿Dónde naciste, Isabel?
-En Camajuani, Las Villas, en Cuba. Mi árbol familiar es muy rico. En total, mi familia tiene aproximadamente 120 miembros. Vine a Estados Unidos con mis padres y mis dos hermanas menores cuando tenia ocho años.
-¿Cuál es tu característica mas cubana?
-Mi cuerpo- dice riendo-. Siempre digo que no soy muy cubana, pero supongo que lo soy, porque si me miras queda clarísimo que es de ahí de donde vengo. Creo, sin embargo, que mis sensibilidades no son muy cubanas, aunque no se exactamente qué significa eso. Quizás soy tan cubana que no soy siquiera capaz de darme cuenta.
-¿Volviste alguna vez a Cuba?
-Oh, my God! Volví una vez, para el milenium. Fue un shock. Me sentí muy triste; fue muy difícil, porque te das cuenta de lo mucho que tienen que luchar, aunque no te lo digan. Tengo una familia enorme, a algunos les ha ido muy bien y a otros no tanto, pero no te dicen nada. Y lo entiendo; después de 50 años es difícil reconocer que se ha cometido un error.
-¿Te sentiste como extranjera?
-Si, y creo que me hicieron sentir así. No fui realmente aceptada como cubana, no se por qué. Fui con mi hermana y ella tuvo una experiencia totalmente distinta. Se sintió cómoda desde el primer momento. Yo no pude, quizás estaba demasiado encerrada en mis propios recuerdos.
-No has montado un “fashion show” desde hace muchos años…
-Es verdad. Lo que hago ahora es presentar mi colección para los “buyers” durante la fashion week. Vienen de Paris, Japón, América…desafortunadamente veo muy pocos estilistas, porque no presto mucha ropa. Mi empresa no es muy grande y es increíble como estropean la ropa.
¿Nunca te atrajo ser una diseñadora masiva?
-Si, claro que si.
-Alguna vez dijiste que te gustaría ser como Hermés…
-así es. Pero Hermés es del porte de una almendra comparada con Louis Vuitton. Incluso al nivel de Hermés, seguiría siendo una empresa pequeña. Lo que sí me gustaría seria trabajar para otra casa, de modo de mantener mi propia línea.
-¿Y con que casa elegirías trabajar?
-Buena pregunta. Tomaría Chanel. He estado en consideración para muchas líneas: Vuitton, Celine, Loewe, pero, interesante, siempre eligen un hombre. Tengo la sensación de que todavía piensan que una mujer se dedicaría a tener hijos y dejaría de trabajar. Es increíble, pero es la misma mentalidad antigua de siempre. No se dan cuenta que las mujeres queremos trabajar. Para mi, mi trabajo es un estilo de vida.
-¿Tienes muchos clientes latinos?
-Los tengo, pero no muchos. No creo que mi trabajo sea muy ‘latino’ en el sentido mas obvio de la palabra. Quizás lo mas latino que tiene sea su misterio, algo que está presente en el mas sencillo de mis vestidos.
-Tu vives, trabajas y pasas todo el tiempo con Rubén. ¿te resulta difícil a veces?
-No, no podría imaginarlo de otro modo. El y yo estamos en una constante conversación, es un diálogo que te hace vivir todo dos veces. Muchas veces compartimos una sensación, sin siquiera decir una palabra. Quizás no todo el mundo está dispuesto a tener la intimidad que Rubén y yo tenemos, pero para mi es algo muy enriquecedor.
-¿Qué cosas admiras de él?
-Rubén es la persona mas paciente que conozco, y como yo no lo soy, lo admiro profundamente por eso. también admiro su talento, que es una increíble inspiración para mi.
-Ustedes se conocen desde que eran niños…
-Si, pero no fuimos novios hasta que nos graduamos del colegio. Éramos muy buenos amigos. El dice que se enamoró de mi desde que me vio, y que de inmediato dijo ‘esta es la mujer con que me voy a casar’. ¡Por eso admiro tanto su paciencia! Rubén es muy especial, un gran artista. Es también muy misterioso, no conozco ni la mitad de las cosas que pasan por su cabeza, pero eso es lo que mantiene viva nuestra relación. Con él no estoy nunca aburrida. Estoy segura que hay muchos secretos entre nosotros, y quizás las cosas que no sé de él son las que me atraen.

-¿La mayoría de tus amigos vienen del mundo de la moda?
-Yo me muevo en muchos mundos diferentes, y quizás porque estoy casada no necesito estar permanentemente rodeada de gente. Aunque suene tonto, al final del día vuelvo a mi casa y cocino para mi marido. Conozco mucha gente en este negocio porque he estado en él por mucho tiempo, pero nunca me he sentido parte de un grupo determinado. Siempre he sido una solitaria, me gusta estar en mi propia liga.
-¿Te sientes mas cerca del mundo del arte?
-El mundo del arte me gusta mucho mas, pero Rubén, por supuesto, prefiere el de la moda. Me siento mucho mas cómoda conversando con artistas que con diseñadores.
-¿Y Rubén es todo lo contrario?
-Oh, a él le encanta la ‘fashion people’. La encuentra mas animada, y para su arte, para su pintura, eso es mas atractivo. A mi el idioma entre artistas me parece mas poético y menos gráfico, no están tan sometidos a una tendencia. Además los artistas viven en su pequeño mundo, y eso me parece muy curioso, muy peculiar. Es un poco mas oscuro, y eso me gusta.

Mark Vanderloo


“Seamos honestos, hay tipos mucho mas guapos que yo”, dice Mark Vanderloo sentado en el lounge del Hotel Four Seasons en Nueva York mientras bebe un “latte”, sin prestar ninguna atención a las miradas que inevitablemente caen sobre él.
Si hay hombres mas guapos que Vaderloo, no están en el Four Seasons este día. Tampoco están en la calle 57, donde se levanta la torre del hotel. Y quizás tampoco están en ningún otro lugar en Nueva York, porque no importa donde busque, de Harlem a Battery Park, es poco probable que encuentre un rostro mas atractivo que el de este hombre que durante los últimos 16 años ha sido considerado el mas grande y exitoso “supermodel” masculino del planeta.
“Es todo cosa de suerte y trabajo duro”, asegura él, modesto, sin darse la molestia de mencionar los intensos ojos azules, el pelo rubio cuidadosamente descuidado que cada cierto rato case sobre su cara, y el cuerpo que a los 41 años todavía luce delgado y musculoso como el de un adolescente. Las pequeñas arrugas alrededor de sus ojos y las marcas de expresión en su boca, no hacen mas que darle mas intensidad a una cara que, como dijo el fotógrafo Bruce Webber en una ocasión, “nació para ser fotografiada’.
Vanderloo estuvo de paso en Manhattan para promocionar “DKNY Men”, el nuevo perfume masculino de Donna Karan, una marca y una diseñadora con la que el modelo holandés tiene una larga historia.
Donna fue la primera en ofrecerle un gran contrato, en 1993, para que se convirtiera en el rostro oficial de DKNY, y fue entonces, en la sesión de fotos para la campaña, cuando el modelo conoció a Esther Cañadas, la top model española célebre por sus ojos de gata y su magnifica boca pulposa. Estas dos bellezas se vieron y se enamoraron ahí mismo, frente a las cámaras, y todo el romance y posterior matrimonio pareció tan perfecto, tan oportuno, tan comercialmente ideal, que incluso hubo rumores de que había sido parte de su contrato con DKNY.
Después de cuatro años casados, la pareja se divorció el 2003 en medio de uno de esos alborotos periodísticos que cada cierto tiempo sacuden al mundo de la moda, y Vanderloo, que para entonces ya llevaba una década de carrera, decidió bajar el ritmo y disminuir su visibilidad por un tiempo.
Comenzó a pasar largas temporadas en Ibiza, se casó con la actriz holandesa Robine van der Meer y tuvo dos hijos que hoy tienen cinco y tres años.
Ahora, con la nueva campaña, su rostro vuelve a estar estampado en afiches, billboards y revistas por toda la ciudad. Y a pesar del tiempo, sigue provocando los mismos efectos.
Aunque a primera vista elegir un rostro holandés para promover el mas neoyorkino de los perfumes podría parecer algo raro, para Vanderloo tiene perfecto sentido.
“Esta es una fragancia muy energética, igual que yo, que no soporto pasar mucho tiempo en el mismo lugar. Por eso me gusta tanto Nueva York, porque aquí nadie se queda sentado esperando que la vida le pase por delante. La ciudad ha cambiado muchísimo desde la primera vez que vine. No hay otro sitio que cambie tanto y tan rápido, y eso es parte de DKNY y de mí mismo. Yo siento constantemente esa comezón en el trasero que me impide quedarme sentado en un solo lugar”.
-¿Cuándo conociste a Donan Karan?
-Cuando llegué a Nueva York a hacer la campaña en 1993. La sesión de fotos fue en los Hamptons, donde Donna tiene una casa, y nos invitó a todos una noche a cenar. Es una mujer muy humana, muy espiritual, y muy sensible a la energía de los demás.
-Esa campaña fue muy importante para ti…
-Importantísima. Fue mi primera gran campaña, y probablemente mi carrera habría sido muy distinta si no la hubiera conseguido. Además fue ahí donde conocí a mi primera mujer; nos casamos y por un tiempo sentimos que estábamos viviendo el sueño americano. Y de pronto todo terminó, nos divorciamos y fue un desastre. Para mi fue un periodo muy malo y quedé pésimo después del episodio. Ahí fue donde comencé a buscar mas conexión con la naturaleza y me fui a Ibiza.
-¿Por qué Ibiza?
-En un principio pensé en Miami y después en las Bahamas, pero había pasado muchas vacaciones en Ibiza y es un lugar que siempre me encantó. Es muy tranquilo, con una naturaleza muy salvaje y que tiene además el encanto de la cultura española.
-¿Extrañas vivir en Nueva York?
-Paso mucho tiempo aquí, y cada vez que vuelvo siento que regreso a mi casa. Pero nunca estoy demasiado tiempo en ningún sitio. Este mes estuve tres días en Paris, un par de días en Ámsterdam, ahora tres días aquí en Manhattan…
-¿No te cuesta crear raíces con tanto viaje?
-Es que crear raíces no me interesa. Eso hace que mi vida sea mas fácil, porque siento que mi hogar está donde yo estoy. Hubo un par de ocasiones en que traté de llevar una vida mas ordenada- especialmente ahora, que tengo hijos que deben ir al colegio-, pero no es lo mío. Prefiero estar en constante movimiento.
-¿Qué pasa con los amigos, la familia?
-Tengo amigos en todas partes, y mi familia también está repartida. Mi madre y mi abuela viven en Portugal, mi padre en Bélgica, mi tío en Ámsterdam…
-¿Y tus hijos?
-También en Ámsterdam…Llegaron a una edad en que tienen que ir al colegio, pero en lo personal no puedo conformarme con la idea de instalarme ahí.
-¿Esa necesidad de estar en constante movimiento es efecto de tu carrera en la moda?
-Siempre fui así. Es una energía que no puedo detener.

-¿Y siempre quisiste ser modelo?
-Nunca soñé con ser modelo. Entré a la Universidad con la idea de conseguir después un contrato en una gran empresa internacional que me mandara a Singapur, Africa o cualquier sitio exótico…Una novia que tenia por entonces me llevó a una agencia de modelos y ahí me encontré con todos estos tipos que venían llegando de Paris o Milán, o iban partiendo a Los Ángeles o Miami. Y mientras tanto ahí estaba yo, encerrado en una sala de clases. Si mi gol era viajar y ser libre, ¿Qué estaba haciendo en la universidad?.
-¿Cómo recuerdas los comienzos de tu carrera?
-El modelaje es un negocio muy duro, donde no puedes tomar nada en forma personal porque si no terminas destruido. Estás enfrentando rechazo en forma permanente, pero hay que aceptarlo, levantarse y seguir adelante. Tienes que hacer el mejor trabajo posible y confiar en tu suerte. Yo lo hice durante muchos años porque lo estaba pasando bien y viajando constantemente. No me arrepiento para nada, porque es una carrera que te da enormes satisfacciones.
-¿A qué atribuyes tu éxito?
-¡A DKNY!- dice riendo- Tuve la suerte de partir con una campaña muy buena y muy visible. Fue como encontrar el manto sagrado.
-Llevas 16 años de carrera. ¿Piensas seguir por mucho mas?
- ¿Quién sabe? El 96 le dije a mi agente que me retiraba. Le escribí una carta que te puedo mostrar…
-¿Por qué querías retirarte?
-Estaba hastiado, muy cansado. Le dije que hasta ahí no mas llegaba, que al día siguiente tomaría un avión y regresaría a Europa. Estaba exhausto.
-¿Y que hizo él?
-Leyó la carta y la puso de vuelta en mi bolso. Después cambié de opinión, obviamente. Pude dormir 52 horas seguidas y eso me dio una nueva energía y limpió mi cabeza. En 52 horas desperté solo tres veces, tomé una taza de sopa y seguí durmiendo. Había estado trabajando mucho en tres años, viajando sin parar, acarreando jet- lags…Pero era lo que quería hacer, porque cada oportunidad que se me presentaba era mejor que la anterior y no quería desperdiciarlas. De pronto sentí como si alguien me hubiera desenchufado; perdí toda la energía. sentí que ese estilo de vida me estaba matando.
-¿Todavía sientes a veces esa hambre, esa ambición?
-Con los años he aprendido que uno no tiene por qué correr todo el tiempo. Puedes ir a la velocidad que desees en cualquier momento. Ya no siento la necesidad de presionarme a mí mismo, ni tampoco tengo las presiones exteriores que alguna vez tuve.
-¿Qué presiones?
-Mi primer matrimonio (con Esther Cañadas) fue difícil y nuestro divorcio peor. Ella era española, estábamos en España, todo el mundo conocía nuestra historia…A mi me tocó el lado mas corto de la cuerda y todo el mundo se enteró. Me sentí observado todo el tiempo, y tuve que parar un poco porque de otro modo me iba a volver loco. No era lo que tenia planeado para mi vida.
-¿Nunca te interesó la fama?
-No, para nada. Soy una persona bastante tímida y no me gusta llamar la atención. Cuando estoy trabajando no es problema, porque es lo que hago. Pero en general no algo que disfrute.
-¿Qué haces cuando no estas modelando?
-Cuando vivía en Nueva York comencé a comprar departamentos, remodelarlos y luego venderlos. Es un trabajo que me encanta, porque tengo el control sobre todos los aspectos. En la moda, en cambio, hay siempre alguien controlándome. Hace un tiempo compré una casa en Ibiza, luego otra mas, y otra, hasta que formé una pequeña compañía con un amigo que ahora incluye también restaurantes y el futuro, quizás, un pequeño hotel. Cuando joven trabajé en muchos bares, y siempre pensé que seria fantástico tener uno propio.
-¿Tu mujer también participa en estos proyectos?
-No, no…es demasiada locura. No trabajo con diseñadores ni arquitectos, lo hago todo yo, así que el proyecto existe durante largo tiempo solo en mi cabeza. A veces estoy en cama pensando en algo que estoy construyendo, o en la decoración de tal o cual habitación, pero como no tengo nada que mostrar no le puedo pedir su opinión.
-¿Nunca te interesó la actuación, como a tantos modelos?
-Si. De hecho tomé algunos cursos en la Universidad de Columbia, pero me di cuenta que seria un largo camino. Estaba demasiado comprometido con el modelaje en ese momento y no quise dejar todo de lado para concentrarme en otra cosa. Para ser actor necesitas talento y mucho trabajo. No es como ganarse la lotería. Como todo en la vida, exige sacrificios y en ese momento no estaba listo para hacerlos.

Cosas, 2009

Hilary Rhoda


“Sigo siendo la misma, no he cambiado”, dice la top model Hilary Rhoda sentada en una magnifica suite del London Hotel en Manhattan con el Central Park lanzado a sus pies como una alfombra verde 40 pisos mas abajo, una publicista a su izquierda, una relacionadora pública a su derecha, y una larga fila de periodistas esperando su turno para preguntarle “Hilary, ¿Cómo te mantienes en forma?”, “Hilary, ¿Qué perfume usas?, ¿Qué haces en tu tiempo libre? , ¿Cuáles son tus sueños?, ¿Qué comes? , ¿Qué lees?, ¿Que escuchas?...”.
Hay sin embargo preguntas que jamás llegaran a sus oídos, como si tiene o no novio o si haber estudiado en un colegio católico solo para niñas le produce conflictos cuando posa en bikini para Victoria’s Secret. Como ocurre con tantas celebridades por estos días, los encargados de Hilary exigen un cuestionario previo a cualquier periodista interesado en hablar con ella y, antes de que la modelo siquiera diga “Hello”, advierten que “no habrá preguntas personales y que lo mejor, por ahora, será concentrarse en la relación entre Hilary y Esteé Lauder”, la anfitriona de este encuentro.

Este no es un tema menor en la carrera de esta modelo que, con apenas 22 años, parece haber alcanzado las máximas alturas celestiales de modelandia. ¿Desfiles para Valentino, Balenciaga y Dolce & Gabbana? Hecho. ¿Campañas para Abercrombie & Fitch y Victoria’s Secret? Hecho. ¿Portada de Vogue?, ¿Portada de Sports Illustrated? Hecho, hecho. Y en la cúspide de todas estas hazañas está su contrato con Esteé Lauder, una de esas negociaciones multimillonarias con las que sueñan todas sus colegas y que ahora la tiene convertida en una de las modelos mas ricas, famosas y reconocibles del planeta. Por estos días, sus ojos delicadamente azules y su pelo oscuro adornan miles de revistas y millones de afiches y billboards de Tokio a Lima.
En persona, Hilary es tan deslumbrante como en las fotografías. una ganadora de la lotería genética con un metro 80 de altura, piernas tan largas como un poste telefónico y uno de esos rostros que podrían haber sido arrancados de una pintura de Botticelli.
Como tantas modelos antes que ella, dice que en el colegio fue siempre la mas alta, las mas delgada, la de los enormes pies y los frenillos, y que hasta que firmó con una agencia de modelos a los 17 años, jamás se consideró bonita.
-¿Y ahora?
-Todos tenemos días buenos y malos. Hay días en que te sientes mal contigo misma, no quieres salir ni ver a nadie.
-¿Hay algo que te gustaría cambiar de tu aspecto?
-Creo que me gustaría ser mas ingeniosa. Tengo amigas que son muy rápidas y divertidas, y yo no tengo ese talento. Me encantaría ser un poco mas como ellas.

Es poco probable que sus amigas, por muy ingeniosas que sean, estén ganando casi $3 millones de dólares al año, aparezcan en el lugar número doce de las 20 modelos mejor pagadas del mundo según la revista “Forbes”, reemplacen a Angelina Jolie como rostro de la marca St. John, o estén fotografiando campañas para el perfume “Sensuous” de Esteé Lauder junto a Carolyn Murphy, Elizabeth Hurley y Gwyneth Paltrow.
Ya sabemos, cada uno tiene su talento.
Pero, siguiendo las indicaciones de la publicista, olvidémonos de asuntos personales y concentrémonos en la relación de Hilary y la marca.
-¿Qué puedes decirnos de tu relación con Esteé Lauder?, preguntamos entonces, obedientes.
-Esteé Lauder ha sido parte de mi vida por largo tiempo, porque mi madre y mi abuela han usado siempre sus productos y crecí con ellos. Cuando empecé a modelar, hice una sesión de prueba para ellos, el resultado fue positivo y me ofrecieron un contrato. Es una relación perfecta. Desde la adolescencia siempre me gustó jugar con mi pelo y maquillarme, era mi pasatiempo favorito.

Hilary creció en Maryland y, como mencionamos antes, estudió en un severo colegio católico para niñas. De ahí, supone uno, vienen sus perfectos modales, su voz dócil y amable, y su incomodidad al
hablar sobre temas conflictivos.
-¿Hay algo que profesionalmente no harías, aunque haya mucho dinero y fama involucrados?
El silencio en la suite puede cortarse con un cuchillo, con la publicista y la relacionadora publica bien atentas a la respuesta de la modelo.
-Bueno- dice ella finalmente-….creo que no haría, eehhh, algo como, mmm, …desnudos.
-¿Qué opinas de la cirugía plástica?- salta de pronto una periodista sudafricana que también se encuentra en la sala, aprovechando este momento de confesiones.
Hilary sonríe nerviosa y alcanza a decir algo como “no he pensado al respeto, soy demasiado joven”, cuando su publicista sale al rescate recordando a los presentes que ese tipo de preguntas no vienen al caso.
-Tu has conseguido mucho en muy poco tiempo. ¿Cuánto se debe a tu belleza y cuanto a tu voluntad?
-Mucho tiene que con tu personalidad y la forma en que tratas a las otras personas. Cuando una viaja para filmaciones o sesiones de fotos debe pasar mucho tiempo con el fotógrafo y el equipo de producción, y nadie quiere tener a su lado a una modelo con mala actitud.
-Aparte de eso, ¿Tienes una estrategia definida para llevar adelante tu carrera o es mas bien cuestión de suerte?
-Tengo una gran agencia, IMG, y mi madre es mi manager. Ella trabajó durante mucho tiempo en IBM y tiene una mente muy lógica, muy buena para los negocios. Desde un principio nos sentamos y creamos un plan y una estrategia que ha dado muy buenos resultados. Siempre estamos hablando de lo que viene, de lo que queremos hacer en el futuro, porque aunque he logrado muchas cosas en este corto tiempo, cada vez que llegas a una meta ya quieres la siguiente. Eso es lo que me mantiene motivada.
-No siempre es fácil trabajar con la madre…
-No es mi caso. Ella y yo tenemos una relación muy cercana en lo familiar y lo profesional.
-¿Tus padres te apoyaron desde un principio en tu decisión de dedicarte al modelaje?
-Si. Mi madre fue la encargada de concertar constantemente entrevistas con las agencias, porque, sobre todo al principio, es necesario recordarles que estás ahí, disponible, dispuesta a trabajar.
-¿Cuáles crees que son los mayores mitos respecto a las modelos?
-Mucha gente piensa que somos frívolas y no tenemos personalidad, pero eso no es verdad. Especialmente ahora, que muchas modelos están mostrando su carácter y carisma haciendo notas para programas de televisión. Eso es algo muy inspirador y demuestra que las modelos de hoy tienen algunas características de las famosas modelos de los noventas.
-¿Las modelos de los noventas tuvieron muy mala reputación…-dice de pronto la periodista sudafricana.
-¿Mala reputación?- contesta Hilary confundida.
-Si, por ser difíciles, prima donnas, materialistas… ¿Cómo crees que son percibidas las modelos de tu generación?
-No tenia idea que tenían mala reputación…Creo que mi generación esta siendo percibida como una de chicas trabajadoras. Las que son famosas, lo son por las razones correctas; porque son profesionales y hacen bien su trabajo.
-¿Cómo fue trabajar con Liz Hurley, Gwyneth Paltrow y Carolyn Murphy en la campaña de “Sensuous”?- preguntamos- ¿Cómo fue tu relación con ellas en el set?
-Conocí a Liz y Carolyn en mi primera sesión fotográfica para Esteé Lauder, y las dos fueron muy dulces conmigo. Carolyn es una gran modelo, la admiro mucho y fue fantástico trabajar con ellos.
-¿Te intimidó trabajar con ellas?
-Obviamente las había visto muchas veces en otras campañas, pero no me sentí intimidada en ningún momento. Aprendí muchísimo de ellas.
-¿Cómo qué?
-Son mujeres fuertes, muy sólidas. Son madres, profesionales exitosas, ayudan a muchas causas y están haciendo siempre algo distinto, que es lo que espero hacer yo cuando sea mayor.
-Hablando de edad. ¿Te gustaría seguir modelando a los 60 y tantos, como hace Lauren Hutton por ejemplo?
-Conocí a Lauren un par de veces y me parece una mujer increíble, muy interesante. Admiro muchísimo su carrera y su fuerte personalidad. Me gusta también que cada cierto tiempo toma tiempo libre para hacer las cosas que la apasionan…
-Entonces no estas pensando hacer esto solo por un tiempo y después dedicarte a otra cosa…
-Amo lo que hago. ¿Por qué querría hacer otra cosa?

Cosas, 2009

Tuesday, February 3, 2009

Elsa Pataky


Mezcla el encanto de Julia Roberts, el sex-appeal de Cameron Díaz y la pesada fama que carga Lindsay Lohan a todas partes, y tendrás una idea del lugar que Elsa Pataky ocupa en el corazón de los españoles. En un país donde la celebridad se devora como un festín, esta bellísima actriz de pelo color miel y ojos intensamente azules es el plato favorito de Algeciras a Gijón, un dudoso estatus que ha aumentado considerablemente desde que, hace casi dos años, se convirtió en la novia oficial del actor Adrien Brody.

Pero tanta fama, como sucede a menudo, tiene también sus desventajas. “Algunos directores me han confesado que me tenían catalogada como chica de revista”, confesó Elsa hace poco en una entrevista con “El País”, “ Sé que mucha gente lo piensa y eso me parte el corazón”.

Pues bien, las cosas posiblemente cambiarán en un futuro próximo cuando se estrenen sus dos nuevos proyectos cinematográficos, “Máncora’, un drama dirigido por el peruano Ricardo de Montreuil que fue recibido con halagos y aplausos en el festival de Sundance, y “Santos”, una cinta de ciencia ficción del chileno Nicolás López donde la actriz interpreta a “la chica viento’. Son dos roles diametralmente opuestos, que, espera Elsa, demostrarán su rango dramático y le permitirán dejar atrás ese huracán de fotos de paparazzi, sospechas de cirugía plástica, chismes sentimentales, desnudos robados a la distancia y frivolidades varias que en España lleva el irónico nombre de “revistas del corazón”.

“Mi rol en ‘Máncora’ es muy distinto a aquellos en que la gente está acostumbrada a verme. Aquí no hago de niña guapa en absoluto. Todo lo contrario, estoy al natural todo el tiempo, mas gordita, mas real”.
La relación de Elsa con su propia belleza ha sido siempre ambigua.

“Tendría unos 12 años cuando los chicos empezaron a dejarme notitas diciéndome que era muy mona, que estaban locos por mí”, contó en una ocasión, “ Y me lo creí, me puse chulita, me crecí. Pero mis amigas me pusieron en mi sitio. Me dejaron de lado, completamente sola. Fue muy duro, me di cuenta de que gustar es agradable, pero hay otras cosas mucho más importantes. Aprendí la lección”.

Aun en medio de una sesión de fotos como la que acompaña esta entrevista, mientras un maquillador retoca sus labios, una peluquera convierte su melena en perfectamente descuidados rizos, y dos estilistas buscan la ropa perfecta para cubrir- o descubrir- sus admirables curvas, Elsa mantiene una adorable espontaneidad y sencillez. De diva no hay un rastro. En cambio, se sienta frente al espejo y mientras un pequeño ejército se lanza a la inútil tarea de hacerla aun mas bonita, ella habla de la vida en la casa de campo que mantiene con Brody al norte de Nueva York.

“Trato de pasar la mayor cantidad de tiempo ahí, porque es un escape a este mundo de locura, de viajes, aviones, moda…Me gusta desconectarme de vez en cuando”, dice, “ahí me pongo las botas de campo, una camiseta, unos shorts y así me lo paso todo los días. Me encantan los animales, tengo cabritas pequeñas, gallinas y acaban de regalarme un caballo para mi cumpleaños”.

-¿Qué nombre le pusiste?
-‘Tyson’, porque le han mordido una oreja- dice riendo-. La gente me pregunta si acaso no me da miedo estar tan aislada, pero no me da miedo en absoluto. La soledad nunca me ha asustado. La verdad es que soy una mujer de muy pocos miedos.

-¿Encuentras soledad alguna vez en España o en Los Angeles?
-Muy poca. Mi carrera ha sido toda en España y ahí soy mucho mas conocida que en Los Angeles, donde puedo disfrutar de mas anonimato. En España hay siempre un paparazzi siguiéndome los pasos. Ahí la prensa es mucho mas feroz que en Estados Unidos…

-¿A qué lo atribuyes?
-Quizás la gente es mas curiosa, les encanta saber de la vida de los demás. Es una situación que ha ido en aumento, ahora mas revistas de famosos que de cultura o moda…

-¿Te producen curiosidad? ¿Lees lo que se escribe de ti?
-No, y saber que aparezco en ellas todo el tiempo me produce rechazo. Les digo a mis amigas, ‘ ¿Pero que haces tú leyendo eso?’, y ellas me dicen que las encuentran divertidas. ¡No son divertidas! Son horrorosas…Algunas están bien, porque, como hacían las antiguas, tratan de exaltar el glamour de las estrellas. Pero la mayoría trata de destruir tu imagen lo mas posible. Al principio me enfadaba, pero al final te acostumbras a que inventen historias ridículas sobre tí.

-¿Eso ha hecho que la gente tenga una imagen distorsionada de ti?
-Completamente distorsionada. La gente me ve en las revistas como una mujer siempre maquillada, vestida como princesa en alguna fiesta o première, cuando en realidad soy todo lo contrario. El mantener una imagen y estar siempre perfecta por si aparece un fotógrafo a la vuelta de la esquina, me parece una prisión. Si me fotografiaran en el campo, como soy de verdad, pensarían que me vuelto loca.

-Tu has dicho que la imagen de niña sexy que diste en un principio ha afectado tu carrera. ¿Te arrepientes?
-No, no me arrepiento, Tenia dos alternativas; o aprovechaba los papeles de chica guapa que me ofrecían por mi físico, o me quedaba sentada esperando a que llegara el papel de mi vida. Preferí tomar lo que me estaban ofreciendo y aprender mi oficio en el camino. Yo nunca he aparecido porque sí en las revistas, ha sido siempre para promocionar mi trabajo como actriz. Lo que pasa es que a veces tenia un papel muy pequeño, pero las revistas decidían dedicarme su portada. Eso hizo que me hiciera mucho mas conocida por las portadas que por mis películas.

- En ese sentido, ¿estas contenta de que los años vayan pasado y tu físico vaya quedando en segundo plano?
-Si. Vas madurando y es mas difícil que la gente te vea solo como una chica bonita. Creo que han comenzado a darse cuenta que este trabajo es muy duro, muy solo y acarrea muchos problemas. Cuando comienzan a enterarse de todas las puertas que se te han cerrado, todos los castings y audiciones donde te han dicho que no, de la cantidad de veces que has tenido que partir de cero, te ven de otra manera.

-Tu eras una estrella en España cuando decidiste comenzar todo de nuevo en Estados Unidos el 2003. ¿Por qué tomaste ese riesgo?
-Siempre me han gustado los retos. Me gusta luchar y no dejarme llevar por los éxitos que pueda haber tenido. Me interesaba aprender otros idiomas y probar en un mercado distinto, donde no estuviera encasillada como ocurría en España.
-El éxito de Penélope Cruz y Javier Bardem ha hecho que sea un buen momento para ser actor español en Hollywood…
-Así es. Ellos han demostrado que los españoles son grandes actores y que se puede confiar en ellos. Mi problema es que no tengo el físico que muchos esperan de una latina y no doy el tipo mediterráneo de Penélope. Cuando me enviaban a audiciones de roles latinos, los productores se reían…

-Mientras tu estás haciendo carrera en Hollywood, tu novio está en España, encarnando a un ícono español como el torero “Manolete’. ¿Se han ayudado mutuamente?
-Si, es una situación muy rara. Cuando nos conocimos, él ya estaba rodando “Manolete” y se había preparado muchísimo. Pero yo lo ayudé a descubrir muchos aspectos de lo que significa ser latino. El me ayuda a la hora de las audiciones, porque los españoles a veces nos dejamos llevar por nuestra pasión y eso no es lo que Hollywood está buscando. El me frena un poco, y yo le doy la pasión latina. Adrien es un gran actor y lo admiro muchísimo; me aconseja mas que yo a él, pero al final de cuentas los dos somos actores. Es muy duro conmigo, de hecho, pero es la única persona que tiene la confianza para decirme la verdad. Los demás me dicen ‘genial, genial’. El jamás me dice que estoy genial. Es muy duro y exigente con su trabajo, y exige lo mismo de los demás.

-Has dicho que la relación funciona porque él es distinto a la mayoría de los americanos, mas europeo. ¿Qué quieres decir con eso?
-A mi me gustan muchas cosas de Estados Unidos que no tenemos en Europa y viceversa, pero nuestra sensibilidad es distinta. Adrien ha tenido una educación europea, principalmente por su madre, que es Húngara, una fantástica fotógrafo que ha viajado mucho y que le ha dado una educación muy especial a su familia. Mi abuela también es Húngara, mi madre es Rumana, y creo que eso nos une.

-¿Cómo se las han arreglado para mantener cierta privacidad?
-Es difícil, porque aunque no hablemos, siguen publicando artículos y fotografías de nosotros. Creo que lo mejor es hablar de la relación en la forma mas natural posible sin meterse nunca en lo privado. Yo entiendo la curiosidad, pero pongo límites porque es mi vida privada y, como a todo el mundo, me gusta mantenerla privada.

-Acabas de estrenar en Europa “Giallo”, donde apareces junto a Adrien. ¿Cómo fue trabajar juntos?
-Estuvo muy bien, y sabia que seria así porque tenemos una forma de trabajar muy similar. Pero tampoco teníamos tantas secuencias juntos…La película es un thriller de horror de Dario Argento, y fue un papel muy duro porque mi personaje es torturado de principio a el fin.

-¿Es Adrien el que te tortura?
-Nooo…El es el detective que me salva. El quiso participar en la película y la produjo justamente porque quería estar ahí, para protegerme.


Ocean Drive Espanol, 2008

Carolina Herrera


“Detesto la idea de los perfumes unisex. ¡Los detesto!”, dice Carolina Herrera un día de primavera sentada en su impecable oficina de la Séptima Avenida en Nueva York. Cuando una mujer como ella, que pertenece a “Hall of Fame of Fashion” desde hace décadas y que esta considerada como una de las más elegantes del mundo, da su opinión sobre asuntos como estos, uno debe prestar especial atención. “Tiene que haber una diferencia marcada entre el hombre y la mujer. Todas mis colonias para hombre son muy masculinas”, agrega mientras acaricia a sus dos perros saltan a su alrededor, “No me gustan esas fragancias florales que existen hoy día y que hacen que los hombres huelan un poco como una mujer. Cuando estoy firmando botellas en alguna tienda le pregunto a mis clientes, ‘ ¿Donde se pone la colonia?’, y todos me dicen ‘aquí’”- dice indicando sus mejillas- ¡¿Cómo ahi?! El perfume debe ir en la chaqueta o el pañuelo, para que se sienta cuando te muevas. Tiene que ser algo seductor, misterioso, que no te llegue como un golpe en la cara”.

Enfundada en una chaqueta corta de gabardina azul y una ajustada pollera a la rodilla, con tacos, y el pelo rubio bien peinado, esta mujer puede dar fácilmente clases de distinción. Todo en su vida parece perfecto: los libros de arte dispuestos sobre la mesa, las flores, las fotografías familiares distribuidas en cada rincón, el retrato que le hizo Andy Warhol, y, por supuesto, su fabuloso “townhouse” en el Upper East Side de Nueva York con su celebre salón color “frambuesa”. Su marido, Reinaldo, y dos de sus cuatro hijas, Carolina Adriana y Patricia, también forman parte de este refinado clan que es mencionado cada vez que se habla de elegancia internacional.

Pero Carolina tiene preocupaciones que van mucho mas allá de encontrar el guardarropa adecuado para cada día o el tapiz perfecto para sus sillones. En poco mas de dos décadas ha construido un imperio de moda y belleza de millones de dólares y es tan admirada por su talento como diseñadora como por su habilidad para los negocios. El día de esta entrevista, además, estaba haciendo los preparativos para viajar a España, donde su hija Carolina contraerá matrimonio con el torero Miguel Báez, mas conocido como “El Litri”, en la finca extremeña “Los Guateles” el próximo 19 de Junio. “Me hago tiempo para todo”, dice ella, “y cuando una es organizada y sabe usar sus horas, no es problema”.

Así es como dedico un momento para hablar de su nuevo perfume masculino, “Chic for Men”, y, de paso, hablar de los hombres importantes de su vida, los secretos de su estable matrimonio, la boda de su hija y su desdén por “las revistas del corazón”.
“Mi padre se ponía una fragancia que yo adoraba, una colonia de hombres de toda la vida de “Roger & Gallet”. Siempre tuve la idea de que cuando hiciera algo para hombres, lo iba a hacer pensando en ese aroma”, cuenta, “Para ‘Chic for Men’ me inspire en una serie de fotografías en blanco y negro, que me encantan, imágenes de Beaton, Maplethorpe, Penn y las antiguas fotos de Marlene Dietrich, que son fantásticas”.

-¿Es difícil para una mujer crear productos para hombres?
-No creo, porque yo no soy una de esas diseñadoras que quiere ver al hombre vestido femeninamente. A mí me gustan los hombres clásicos. No veo a un hombre con una falda, por ejemplo, como ocurre con la ultima colección masculina de Galliano donde todos estaban vestidos como mujeres. Una mujer no diseñaría jamas algo así.

-¿Que influencia tiene Reinaldo en tu trabajo?
-Yo lo consulto muchisimo, porque Reinaldo tiene un gusto fantástico y un ojo maravilloso. Le pregunto mucho sobre los aromas, las botellas, tiene muchas cosas que decir sobre estos temas
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-¿Y que admiras de su estilo?
-Yo creo que Reinaldo, en ese sentido, es como mi hija Carolina: no piensan en la moda, pero tienen un estilo propio. Cualquier cosa que se pongan les queda bien. Reinaldo se amarra un sweater o se pone, como hacia anos atrás, una corbata en la cintura, y le queda fantástico. Es algo que lo tienes o no lo tienes, es innato. No se puede aprender ni enseñar. Mi hija patricia trabaja ahora conmigo en mi equipo de diseño, pero Carolina no piensa jamas en moda. Su cabeza esta en otras cosas, sus libros, sus películas, y la moda es lo ultimo que se le cruza por la mente.

-¿Nunca extrañaste tener un hijo hombre?
-Nunca lo pense. Tengo nietos, tres varones, y los adoro porque me tratan como si fuera de la misma edad de ellos. Es divertidismo, porque los niños cuando están creciendo juegan diferente a las mujeres, pelean, juegan con sus carros, en cambio tu sientas a las ninitas y se quedan ahí todo el día con sus munequitas. Los hombres son mucho mas activos. Recuerdo que una vez mi hija Mercedes se fue Portillo a esquiar, y yo me quede en Caracas con la nana a cargo del pequenito, Rodrigo. Un día vino la nana y me anuncio ‘el niño esta aprendiendo a caminar y creo que en cualquier momento se suelta’. Yo le dije que por ningún motivo lo pusiera en el suelo hasta que llegara su madre, porque si había un porrazo, que lo recibiera su madre. Se me quedo mirando como yo fuera una anormal. Yo estaba acostumbrada a mis niñas, que lo mas que hacían era maquillarse o disfrazarse. Los niños son distintos.

-¿Que opinas de los hombres metrosexuales?
-Ah no, no, no. ¿Que es un metrosexual? Explicamelo.

-Supuestamente son hombres que están mas en contacto con su lado femenino, saben de arte, de cocina, se preocupan de su físico, de su guardarropa…
-Eso no se llama metrosexualidad, sino educación y sensibilidad. Casi todos los europeos lo tienen, y los sudamericanos lo tenían y lo perdieron. Los hombres deberían saber de todo, de cocina, de arte…Hay muchos más hombres que mujeres cocineros, y lo mismo ocurre en la decoración, la moda…Los hombres tienen un ojo fantástico, mejor que las mujeres, y si les gusta un mueble divino y saben de pintura ¿Por qué los van a llamar metrosexuales?

-¿Que te parece que los hombres se hagan pedicures, manicures o faciales?
-A mí me encanta que estén muy ‘soigne”. Claro que no me gusta que se pinten las unas, pero que tengan las manos arregladas y los pies hechos, ¿Por qué no? A los hombres les gusta tanto verse bien como a las mujeres. Si yo te doy la ultima crema, seguro que te la pones para evitar las arrugas o lo que sea. Y si se van a hacer un facial, ¿Por qué no?

-Hay quienes piensan que eso atenta contra la virilidad…
-Yo creo que es todo lo contrario. A las mujeres les gustan los hombres bien puestos, limpios…Eso es más masculino que uno de esos que huelen malisimo y están todos desmechados. ¡Por favor! A veces te montas en los aviones y son unas ofensas, con las piernas todas peludas y oliendo infame.

-¿Que otra cualidad debe tener un hombre para que te parezca interesante?
-Sentido del humor. Una nunca olvida a un hombre que te hace reír. Puede haber otros hermosisimos, pero si son aburridos te va a dar un fastidio enorme sentarte junto a ellos en una comida. También me gusta que no hablen solo de negocios, sino que te escuchen. Hay hombres que te hacen sentir como la única persona presente en la habitación cuando estas hablando, igual como lo hacen algunas mujeres, y eso es lo mas ‘charming’ que puede existir. No me gusta cuando después de comida los hombres se ponen a hablar de negocios a un lado y dejan a las mujeres solas. Eso no puede ser. Si quieres hablar de negocios, hazlo en el almuerzo o la oficina. Pero de noche hay que hacer un esfuerzo y dejar que las mujeres hablen un poco.

- Reinaldo ha sido un gran apoyo en tu trabajo, pero no es lo común en muchos matrimonios…
-Porque siempre se produce una especie de competencia que en mi familia no existe. Yo he tenido muchisima suerte, pero también se trata de personalidades y de como te lleves con tu pareja. Sin Reinaldo yo no podría haber hecho todo lo que he hecho. Es mi apoyo, es mi mejor critico, y sé que sus criticas van a ser honestas. Por eso me encanta también tener a Patricia trabajando conmigo, porque es muy directa y si algo le preocupa me lo dice claramente. Yo en Reinaldo confío plenamente porque sé que tiene un ojo y un gusto fantástico, y porque ¿Quien mejor que él para darme una opinión?

-Tu trabajas con muchos hombres. ¿Es más fácil?
-Sí, siempre he trabajado con hombres y todos mis asistentes han sido hombres. Me entiendo muy bien con ellos, y la verdad es que no sé por que.

-¿Que otros hombres han sido importantes en tu vida?
-Mi padre, que era un hombre fantástico, muy buenmozo. Ahí lo tienes –dice indicando una antigua fotografía sobre una mesa de su oficina- Tenia fama de guapisimo. Crecí en una familia de hombres muy guapos y mujeres muy bellas, entonces estoy muy mal acostumbrada con los hombres. Mi suegro era fantásticamente buenmozo, igual que Reinaldo, su hermano, todos mis tíos…Todos guapisimos y muy bien vestidos. Nunca me senté a la mesa sin que mi padre tuviera una chaqueta puesta. Reinaldo es igual; el no se sienta a la mesa sin una chaqueta, aunque este comiendo a solas conmigo.

-¿Tu relación con tu padre era de amigos o de padre-hija?
-De padre-hija. No creo que las relaciones con los padres ni con las madres deba ser de mejores amigos. Eso no existe. Eso que te dicen por ahí de que la madre es la mejor amiga, es mentira. Tu hija le cuenta a su mejor amiga lo que no te cuenta a ti, y tu no le vas a contar a tu hija tampoco lo que le cuentas a tus amigas. Por lo menos esa es la relación que yo quiero con mis hijas. Mi padre era un hombre fantástico, pero no estabamos todo el día con él ni lo veíamos todo el tiempo. Cuando estabamos más grande, a veces comíamos con él.

-¿Era estricto?
-Sí, pero estricto en el sentido que no le gustaba que las niñas salieran solas. Teníamos que tener siempre una chaperona y nunca lo hacíamos libres, como lo hacen ahora, cosa que a mí me habría encantado hacer. Era un hombre increíble y tremendo.

-¿Tremendo en que sentido?
-Yo creo que tenia muchas amigas, pero mi mama era una mujer fantástica, una figura muy romántica y muy directa, y nunca nos enteramos de todos los “affaires” de mi papa, porque ella nunca lo hablo con nosotras.

-¿Ella lo sabia entonces?
-Claro que lo sabia. Pero en esa casa, delante de nosotros, nunca cambio nada.

-¿Las infidelidades creaban conflicto o eran aceptadas como algo normal?
-Es que los hombres siempre han tenido “affaires”, pero lo sabían hacer. No existían esos escándalos que hay ahora, cuando no les importa nada. Mi mama estuvo casada hasta que se murió y no armo jamas ningún escándalo por estas cosas. Yo creo que lo aceptaba.

-¿Los hombres son infieles por naturaleza?
-Sí, y las mujeres también. Pero los hombres lo son mas, porque les resulta más fácil y tienen mas oportunidades.

-Tu también has tenido muchos amigos hombres….
-Sí, muchisimos.

-¿Entonces es posible la amistad entre hombres y mujeres?
-Creo que si, que es muy posible.

-¿No existe tensión?
-No. Yo he tenido amigos hombres de todas clases, y muchas veces han sido mejores amigos que las mujeres.

-¿Reinaldo no se pone celoso?
-No, porque además él es mi mejor amigo. Y mi amistad con mis amigos es eso, amistad, y él tiene muy buenas amigas y yo tampoco me pongo celosa.

-¿Que es lo peor que puede hacer un hombre cuando quiere seducir a una mujer?
-Esos ataques abiertos, cuando se te tiran encima. A mí me gustan mas los seductores, porque no hay nada más bonito que el flirteo. Y los hombres, cuando saben flirtear, son fantásticos. Es un romance que se ha perdido.

-¿Y en términos de estilo, que es lo peor?
–Yo me fijo mucho en los zapatos, otra cosa en la que estoy muy mal acostumbrada porque todos los hombres que conozco tienen zapatos maravillosos. Lo que odio es cuando los hombres se ponen muchas joyas. ¡Oh, lo odio! Lo único que deberían usar es un reloj y unas colleras bonitas. Tampoco me gustan los colores fuertes, las chaquetas moradas y cosas de esas.

-¿Que le enseñaste a tus hijas sobre los hombres?
-¿Que les voy a enseñar yo? Creo que todo lo que saben lo aprendieron de su padre, igual como yo lo aprendí del mío. Una aprende viendo la actitud, la forma de ser, el camino por el que te han educado…A mí lo único que me importa es que estén con hombres que sean de su misma educación, que las quieran, y que sean serios y trabajadores. En eso tengo una suerte enorme, porque tengo dos yernos a los que adoro y que son como mis hijos.

-Y ahora Carolina. se casa…
-Sí, en Junio.

-¿Estas contenta?
-Sí. A el lo quiero muchisimo. Me encanta. Es del mismo tipo de los hombres que me gustan. ¿Y sabes que ‘Litri” significa ‘Dandy’? En su familia todos se han llamado Litri porque son dandies, divinamente bien vestidos y con muchisimo gusto. Tienen mucha sensibilidad.

-¿Que consejos le has dado a tus hijas cuando se han casado?
-El consejo que siempre les doy es que sean amigas de sus maridos y que los problemas hay que solucionarlos entre los dos. No se puede decir “me hicieron esto o lo otro”, porque tu también hiciste algo. Si hablas duro, te contestan duro. Y si hablas muy suavemente, el asunto se desarma. Creo que es importantisimo que haya comprensión y amistad, porque la pasión del principio quizás se va durmiendo, pero la amistad y el amor queda.

-¿Cuánto tiempo llevas casada con Reinaldo?
-34 anos. Y nuestro secreto es esa amistad y entendimiento. Nos reímos de las mismas cosas y tenemos el mismo gusto; nos gusta leer, viajar, los perros…Hay miles de cosas que nos parecen diferente y por supuesto que discutimos, pero no me acuerdo de haber peleado con él y no haber solucionado el problema ahí mismo. Nunca han pasados días sin que nos hablemos, nunca me he ido a dormir disgustada con él. Y siempre son discusiones tontas, y, a Dios gracias, nunca hemos tenido una gran crisis.

-¿A que atribuyes que las separaciones y los divorcios sean cada vez más comunes?
-Eso ocurre porque ahora ni las mujeres ni los hombres aguantan nada. Yo conozco muchas parejas jóvenes que se han casado enamoradisimas y se separan poco después porque sienten que ya no están enamorados. Eso dice mucho, y es algo que no pasaba antes porque las mujeres eran mas pacientes y había una vida hecha. Hoy en día dicen “lo dejo y me consigo otro”. Como hay tantos divorcios y niños que crecen con dos o tres padres, esto se ha hecho una costumbre. Antes una pensaba en lo que iban a sufrir los niños, pero ahora vas a cualquier colegio y la mayoría tiene dos papas y dos mamas.

-¿Tu, que eres una celebridad internacional, como entiendes que tantos famosos discutan sus rupturas y noviazgos en la prensa?
-Lo odio, me parece lo más innecesario del mundo. Yo vendo vestidos y perfumes, no mi vida. Hay cosas que no se deben hablar. Yo estoy totalmente en desacuerdo con la “prensa del corazón”. Mira España, por ejemplo. ¿Cómo es posible que un país tan educado, que podría hablar de literatura, de arte, de cosas de mas altura, caiga en esto? Una enciende la televisión y siempre están hablando de la vida del otro. Eso es lo más increíble que he visto en mi vida. La prensa puede desbaratar la vida de alguien inventando algo que ni siquiera es verdad. Yo encuentro que la vida privada es sagrada, que una cuenta lo que quiere ver escrito y nada más. Una no puede abrir toda su vida.

-¿Eso es algo que puedes controlar?
-Sí, yo creo que sí.

-Te lo pregunto porque tu hija se casa con un gran famoso de España…
-Carolina es lo mas privada del mundo y el también. Entre ellos dos tienen que ver como tratar ese asunto, pero no son el tipo de personas que van a estar dando entrevistas. Si tu le haces una entrevista a Carolina, ella habla de lo que hace, su trabajo, sus películas, su labor para nuestra compania, pero no le vas a sacar una pizca de su vida privada. Y si tu no hablas, pues entonces todo lo que digan es inventado. Carolina nunca ha dado una entrevista sobre su relación con su novio, jamas. Las revistas del corazón deberían desaparecer, porque hay muchas cosas más importantes de que hablar que lo que hace Rocío Jurado y su marido, por ejemplo. ¡¿Que te importa lo que hace Rocío Jurado?! Es lo mas bajo del mundo. Hay que dejar que la gente viva su vida como le da la gana.

-¿A que atribuyes el interés del publico en este tipo de prensa?
-Es una cosa malsana. Yo he estado en comidas en España y lo único que se oye en la mesa es lo que leyeron en el “Hola” sobre quien estaba con quien. No les interesa nada más. Son conversaciones que no llevan a nada ni te dejan nada.

-¿Lees la prensa?
-Sí, todos los días y desde que soy niña. Toda mi vida me han atraído los periódicos. Donde quiera que viaje, lo primero que hago es pedir todos los periódicos del día. Revistas leo poco porque no tengo tiempo, y veo películas en la televisión.

-¿Ves reality shows?
-No, no los veo. Pero lo que sí me encanta es “El Show de Lucy”.

-Volviendo a los hombres, ¿Qué actores te gustan?
-Me encanta Brad Pitt, es guapisimo. Y adoro a Ralph Fiennes, que lo encuentro increíble en su ‘look’ y su talento. Y de los antiguos me encantaba Gary Cooper, que era el rey del mundo. Los actores viejos eran mucho más elegantes. Hoy en día son igual de guapos, pero no tienen la misma actitud. Y lo mismo sucede con las actrices. Antes las estrellas se cuidaban mucho porque se debían a su publico, pero hoy los ves y ni los reconoces en la calle porque no se parecen nada a como aparecen en pantalla.

-¿Si le regalaras tu perfume a un actor, quien seria?
-Ralph Fiennes, sin duda. Se lo regalo encantada.

Cosas, 2006

Monday, January 12, 2009

Patricia Field


“A veces los directores dicen que soy una diva, y les dijo, ‘No me ofendas; no soy una diva. Soy una mujer que trabaja muy duro. Estoy tratando de darte lo mejor que puedo, y si no lo quieres, allá tú”. Con el pelo inflamado de rojo, la piel aceitunada y un guardarropa lleno de faldas gitanas, pañuelos, sandalias y miles de brazaletes, Patricia Field es la María Callas de la moda. Igual de temperamental e igual de talentosa. Aunque lleva casi treinta años como reina de la moda “downtown” en Manhattan, su nombre no se hizo internacionalmente conocido hasta que comenzó a vestir a Sarah Jessica Parker en tutús y Manolo Blahniks en “Sex & The City”, convirtiendo a esa serie en “la máxima autoridad en el mundo del fashion” como exclamaron, admiradas, las editoras de moda.

Ahora Patricia vuelve al ataque en “El Diablo se Viste de Prada”, la película que se estrenó hace unas semanas en Estados Unidos y que se ha convertido rápidamente en la nueva Biblia cinematográfica de los “fashionistas”. En el filme- basado en el best seller de Lauren Weisberger del mismo nombre- Meryl Streep y Ann Hathaway aparecen como una poderosa editora de modas, Miranda Priestley, y su asistente, Andy Sachs, ambas enfrascadas en una lucha de poder y egos mientras arrastran joyas de Fred Leighton, pieles de Fendi y Dennis Basso, vestidos de Dolce & Gabbana, Calvin Klein, Michael Kors y Bill Blass, y, por supuesto, un centenar de carteras y zapatos de Prada. Este no es cualquier guardarropa. Los precios de algunas carteras se elevan a los 14 mil dólares, y todos los días Miranda lanza sobre el escritorio de su aterrada subordinada suficientes zorros, chinchillas y minks como para provocar el colapso de cualquier defensor de los animales.

La Field, según dice, disfrutó enormemente su trabajo, aunque le resultó más difícil de lo que esperaba. El libro de Weisberger, basado en su experiencia de un año como asistente de Anna Wintour, editora en jefe de “Vogue”, fue ampliamente considerado una “traición” en el mundo de la moda y las revistas en Nueva York. Y como sabe cualquiera a estas alturas, las traiciones no le caen bien a esta mujer que ejerce su poder con la mano férrea de un dictador. Muchos diseñadores, aterrados de herir la sensibilidad de la poderosa editora, se negaron a colaborar con la producción de la película, pero la estilista entiende bien sus razones. “Anna ha ayudado a muchos de estos diseñadores, y, por supuesto, ellos no querían ofenderla”. Sin embargo, gracias a sus contactos, Patricia consiguió que marcas como Hermès, Dior, Chanel y especialmente Prada, entregaran gustosos sus modelos. Valentino fue aún mas allá, y aparece en un divertido “cameo” en el filme.

Aunque su éxito podría parecer del día a la mañana, la Field es bien conocida en el universo fashion de Manhattan. La diseñadora y estilista abrió su primera tienda, “The House of Field”, en 1976 a un costado de la Universidad de Nueva York, en el West Village. De inmediato el lugar- repleto de T-shirts de los “Sex Pistols”, faldas punk, pantalones de vinyl, pieles vintage, boas de plumas, pelucas multicolores y ‘lingerie’ de strass- se convirtió en el favorito de una multitud de modelos, disco-divas, travestis, fashionistas y más de alguna socialite que, en busca de aventura y creación, llegaban a buscar ahí lo que no podían encontrar en ningún otro lugar.

La originalidad es la marca de fábrica de la Field, y no importa si está trabajando con una novicia starlet o un icono como la Streep, si tiene a su mano diamantes de Van Cleef o una cartera usada de los cincuenta, su “look” es siempre único y reconocible. Su trabajo continuará en los meses siguientes, cuando vista a las protagonistas de la versión norteamericana de “Betty La Fea”, de la serie de ABC “Six Degrees”, y a Sarah Michelle Gellar en la versión cinematográfica del best seller "The Girls' Guide to Hunting and Fishing".

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-¿Qué te ha parecido “El Diablo se Viste de Prada”?
-Me gustó mucho. La vi terminada en mi cabeza antes de verla en la pantalla, y no quedé desilusionada. La ropa se ve bien, y creo que es un éxito en el sentido que eleva la moda, la historia y especialmente los personajes, que en el libro original eran un poco simplistas. En la película están mejor desarrollados.

-¿Crees que la imagen que muestra del mundo de la moda es acertada?
-No, no lo es. Pero no estábamos filmando un documental. En lo personal, estaba tratando de crear un filme que se viera bien y que fuera alegre e interesante. Mi inspiración fue “Desayuno en Tiffany’s”. Holy Golightly era una chica pobre del campo, y ahí estaba, frente a la vitrina de Tiffany’s en un vestido de Givenchy.

-¿Decidiste usar marcas muy conocidas, como Chanel, Prada o Valentino, para hacer la película más interesante para personas que no están necesariamente interesadas en la moda?
-Traté de crear una película para un público amplio, no solo para “fashionistas”. Además, el guión dictó mucho el aspecto de los personajes. ¿Qué encuentra Andy, la asistente, cuando entra al closet de “Runaway”? Las marcas más conocidas del mundo. No quería que fuera un closet solo para “insiders". La mayoría de la gente no sabe quién es Proenza Schouler, por ejemplo…!La mayor parte ni siquiera sabe quién es Anna Wintour!

-¿Cómo creaste el “look” de Miranda?
-Pensé en el personaje, y llegué a la conclusión de que era la líder de un imperio editorial. Desde el momento en que piensas en la palabra imperio, piensas en una emperatriz. Para mí, ella es realeza, y Meryl Streep es realeza también en su propio campo. Es una mujer que trabaja, y por lo mismo no tenia sentido vestirla en lo más nuevo de la temporada. Miranda tiene su propio estilo, donde mezcla una chaqueta con pedrería, una perfecta blusa blanca y una falda a rayas con absoluta seguridad e individualidad.

-¿Cómo fue vestir a Meryl Streep, que a diferencia de Sarah Jessica Parker no es talla 2?
-No tuve ningún problema. No quise vestirla en las últimas tendencias, ni muy a la moda, ni como se vestiría una modelo muerta de hambre. Ella no es eso. Es una mujer mayor, madura, e incluso si tuviera talla 2, ese ‘look’ no era el apropiado. El personaje de Miranda tenia que ser elegante, con ropa muy lujosa, y no en lo último de Dolce & Gabbana o Dior. Miranda tiene acceso a todo, y por lo mismo no se deja sorprender con lo “trendy”.

-¿Te inspiraste en el “look” de editoras de moda reales?
-No. Primero porque no hay ninguna editora que pueda compararse con Meryl Streep. ¿Quién podría ser? No se me ocurre nadie. Segundo, si me hubiera inspirado en Anna Wintour, por ejemplo, habría sido una limitación a mi creatividad. Prefiero tomar a Meryl y convertirla en una estrella de la industria de la moda mundial. ¿Cómo se vería? ¿Cómo eligiria su guardarropa? Así fue como creé el “look”.

-¿Meryl tuvo influencia en el aspecto de su personaje?
-Ella tiene una persona que trabaja en su maquillaje y peinado que la acompaña a todas partes. Cuando me reuní con ellos por primera vez, me dijeron que pensaban que el pelo blanco y un maquillaje muy pálido eran una buena idea. Y eso me encantó, porque me daba una tela blanca donde trabajar.

-¿La decisión de mantenerte lejos del “look” de Anna Wintour fue deliberada?
-Sí. La película entera se alejó de ella, excepto por la decoración de la oficina de Miranda, que es una copia exacta de la de Anna. Nunca he estado en su oficina, así que cuando vi la que construyeron en el set de la película me pareció bonita y adecuada. Pero después vi un articulo sobre ella en un periódico inglés donde posaba en su oficina. Era igual que la de la película. Eso me desilusionó.

-¿Has conocido a la Wintour?
-No, nunca. La he visto en desfiles de moda y fiestas, pero nunca la he conocido.

-¿Qué opinas de su estilo?
-Me parece básico, con un toque de esnobismo.

-¿Hubo diseñadores que no quisieron colaborar con la película por miedo a Anna Wintour?
-Hubo algunos que sintieron que el asunto era delicado y supongo que Anna ejerció ahí alguna presión. Algunos de esos diseñadores son mis amigos, salimos a menudo a comer juntos, y no era mi intención presionarlos. Si sentí que los estaba incomodando, simplemente nos les pedí nada. No iba a decirles, ‘!Si no me das ropa, arruinaré tu carrera!’.

-¿No es un poco exagerado ese terror frente a Anna Wintour?
-Siempre lo he encontrado un poco estúpido. Todos hacemos lo que hacemos, trabajamos duro y eso es todo. Por otro lado, la controversia ayudó mucho a publicitar la película y no la afectó negativamente en ningún modo.

-¿Hay algo que las editoras de moda tengan en común, respecto a su estilo?
-Lo único que puedo decir es que cada una tiene su propio estilo, lo que es muy importante. Ninguna de ellas usa un uniforme.

-En la película, Miranda usa muchas pieles. ¿Cuál fue la mas cara?
-No lo sé, porque no pagué por esos abrigos y nunca miré los precios. Hay muchos de Dennis Basso, como el primero que aparece en la película, una chinchilla espectacular. Debemos haber filmado unos 20 abrigos de piel, pero no sé cuantos aparecen en la edición final del filme.

-¿Que ‘look’ buscaste para Andy, la asistente de Miranda?
-Ella sufre una gran transformación en la película y después de negarse a la moda, finalmente se da cuenta que la ropa tiene cierta importancia para ella. Por eso se lanza con los brazos abiertos, usando grandes marcas. Chanel tenia mucho interés de trabajar conmigo en este proyecto, lo que fue una suerte porque su estilo tiene mucho que ver con el personaje y con Ann Hathaway, la actriz que lo interpreta. Pero también la vestí con otros diseñadores: Calvin Klein, John Galliano, Dolce & Gabbana…

-Hay una escena donde aparece en Chanel de pies a cabeza…
-Esa fue mi forma de decirles, ¿Quieren Chanel? ¡Aquí está Chanel!.

-¿Es posible cambiar de estilo de un día para otro, como hace Andy?
-Claro que sí. En su caso no se trata solo de la ropa, sino del maquillaje, el peinado…Si uno se siente bien con lo que lleva puesto, se va a ver bien. Y Andy, el personaje, se siente bien con su nuevo “look”.

-¿Se puede comprar el estilo?
-Se puede, pero se necesita la materia prima. Puedes gastar mucho dinero en ropa y accesorios, pero si no tienes estilo propio, no te verás especial.

-Para ti, ¿Cuál es el personaje con más estilo en la película?
-Nigel y Emily, porque aman la moda desde el fondo de su corazón.

-Mientras Sex & The City reverenciaba al mundo de la moda, esta película se ríe un poco de él. ¿Tuviste dudas en aceptar el proyecto?
-Si una no se puede reír de si misma, es mejor meterse a la cama y cubrirse con las frazadas. De lo que estamos hablando no es una religión ni un dogma; es ropa. Dicho eso, la película es distinta al libro en el sentido que trata de entender el mundo de la moda desde dentro y, desde ahí, hace comentarios sobre él. Mi intención nunca fue llegar al set y destruir el mundo de la moda. ¡Es mi mundo! Quiero ayudar a que sea mejor. Creo que esta película va a ser positiva para la moda, igual como lo fue “Sex & The City”.
-¿Qué es más importante para una mujer, verse bonita o única?
-Para mi, “bonita’ no es nada. Una mujer con un estilo único es mucho mas interesante. Lo único es mas original, creativo e inteligente. Lo único no necesariamente es lo mas atractivo, es cierto, pero la belleza no es algo que me interese per sé.

-¿Cuántos diseñadores aparecen en el filme?
-Debe haber unos cien, y en total debemos haber ocupado cerca de un millón de dólares en ropa y accesorios. Mi presupuesto era mínimo, no mas de 100 mil dólares, así que no podríamos haberlo hecho jamás sin la ayuda de mis amigos en la moda. El nivel de los abrigos de piel, de las carteras…!Dios mío!. Los zapatos de gamuza burdeos de Prada que Meryl usa en la primera escena cuestan 445 dólares. La cartera, seis mil dólares…

-¿Quién tiene, a tu modo de ver, el mejor estilo en Hollywood?
-Gwen Stefani, precisamente por lo que hablamos antes. Es única, no se ve como nadie más. Cuando veo a las actrices jóvenes de Hollywood, me parece que todas se ven iguales. Eso no ocurre nunca con Gwen.

-¿Cuál es tu diseñador preferido?
-Me encanta Alber Elbaz, de Lanvin. Sus diseños, aunque son un poco retro, son bellisimos. Me hacen sentir bien, igual que un viejo filme de Hollywood. El fue uno de los que no quiso colaborar con la película, pero lo entendí, porque ha recibido mucha ayuda de Anna Wintour, igual que Zac Posen o Proenza Schouler. ¿Qué iban a hacer?

-¿Cómo te inspiras para tu trabajo?
-Mi estética esta mas influenciada por el cine que por el trabajo de los actuales diseñadores. En mis sueños, el mundo de la moda es mucho mas glamoroso que en la realidad. Me encanta la extravagancia del viejo Hollywood. Me encanta observar a Fred Astaire. ¡Es todo tan hermoso! Por supuesto sé que esa fue otra época, pero siempre voy en esa dirección. Lo que vemos en el cine es una hiper-realidad. Si fuera por mi, estaría poniendo sombreros y guantes en todo el mundo. Algunos directores me frenan. Como sé que me van a pedir que me deshaga de algunas joyas, pongo aun más.

-¿Hay alguna estrella a la que te encantaría vestir?
-Durante un tiempo le dije a todo el mundo que me gustaría vestir a Hillary Clinton, porque creo que podría beneficiarse de mis servicios. Pero nunca escuché una palabra da ella. Quizás ahora, si ve “El Diablo…” y le gusta como se ve Meryl, acepte mi oferta.

Elle Espana, 2006


Javier Bardem



Javier es una estrella a regañadientes. Mientras Francis Ford Coppola asegura que es mas talentoso que Pacino o Nicholson, el Telegraph de Londres lo llama “el mejor actor de su generación”, “Hola” paga casi 200,000 euros por las fotografías que lo muestran de vacaciones con Penélope Cruz en las Maldivas y en Hollywood su nombre se rumorea, una vez mas, como candidato al Oscar. El, como si nada. Sigue con la misma mirada recia de boxeador; la misma conversación intensa, profunda y pausada; y la misma pasión por su oficio, que hace que sea el gran ausente en medio de ese huracán de comentarios, halagos y prensa que le rodea por estos días..
Ahora, que todo el mundo sueña con la fama y pocos tienen problemas en despojarse de toda dignidad- y en ocasiones de buena parte de su ropa- a cambio de una portada, Bardem muestra un refrescante desdén por la celebridad. No le gusta, no le interesa y siente por ella una genuina desconfianza.

“Yo tengo un gran respeto por la profesión de actor”, dice, “Mis abuelos eran actores. Los padres de mis abuelos también, en una época en que los actores ni siquiera tenían derecho a ser enterrados en un cementerio porque eran considerados putas y maricones. Mi madre es actriz, mi tío también…Pero ese respeto lo pongo en mi trabajo. Cuando no estoy trabajando, voy por la calle y soy un ciudadano mas, no tengo obligación de comportarme como quieren que me comporte. Prefiero perder un espectador que un minuto en la vida”.

Su existencia, asegura, es simple. Vive en un piso en pleno centro de Madrid, en una calle peatonal repleta de gente que le permite cierto anonimato en medio de la multitud. Si alguien le pregunta que hace en su tiempo libre, levanta los hombros, sonríe y dice que lo mismo que todo el mundo- pasear, leer, ver amigos, hacer deporte-, y que su vida no tiene nada de excepcional. Lo que no hace es ver televisión, que le parece “un veneno, una caja tonta”.
“Soy un hombre muy urbano, me gusta recorrer la ciudad, hacer mis cosas”, añade, “Y de vez en cuando me gusta perderme en algún lugar donde nadie me conozca y ese sitio, generalmente, está fuera de España”.
Esos brochazos de normalidad, claro está, son cada vez mas escasos, y él responde a la jaula pequeña de su propia fama con una mezcla de rabia y resignación. “A veces la gente se aproxima cariñosamente, tú dices gracias y sigues tu camino Pero otras, sobre todo en España donde la gente es muy impetuosa, llegan tipos, me cogen el brazo y me dicen ¡Hola Bardem!. Yo les digo que no me hablen, que no me molesten y me dejen en paz. Esa persona, obviamente, nunca más a ir a ver una de mis películas, pero yo he ganado un minuto de mi vida”.

El actor- hijo de la legendaria actriz Pilar Bardem y sobrino del director Juan Antonio Bardem- comenzó a aparecer como extra en peliculas cuando tenia apenas ocho años. En su adolescencia, el rugby y la pintura eran sus verdaderas pasiones. Cuando cumplió 18, alguien le ofreció un par de frases en una pelicula y empezó a tomarse,entonces, la profesión de actor en serio.
Su salto a la fama fue en 1992, cuando apareció como un romántico, violento y algo bruto modelo de ropa interior en la película “Jamón, Jamón” de Bigas Luna. Ahí toreó desnudo, devoró a Penélope Cruz a besos y enfrentó a su rival a golpes con una pata de jamón. El cine español, sin saber qué hacer con semejante ejemplar de virilidad, decidió que había encontrado a un nuevo símbolo sexual, pero Bardem tuvo una opinión diferente, y temiendo ser empaquetado y vendido como un atractivo trozo de carne, se retiró de las cámaras, consiguió trabajo como camarero, y se sentó a esperar a que apareciera un papel adecuado.

Aunque hizo otras películas de por medio, ganando en el camino mas premios de los que es posible recordar, su gran salto a la fama internacional llegó con “Antes que Anochezca”, el filme de Julian Schnabel donde interpretaba al poeta y escritor gay cubano Reynaldo Arenas, un papel que le otorgó el honor de ser el primer español nominado al Oscar.
“Yo pertenezco a ese cinco por ciento de actores que trabajan en el mundo; hay un noventa y cinco por ciento que esta desempleado. Eso ya lo celebro. Trabajar en algo que me gusta y que más encima me paguen, me parece maravilloso. Pero si además tengo el honor de poder esperar por un buen papel, porque no soy millonario pero tengo una casa y eso ya es mucho en España, ¿Por qué no hacerlo? Ya esperé antes, y eso me llena mucho más que hacer cinco películas de corrido”, dijo tiempo despues, mientras promocionaba en Nueva York “Mar Adentro”, la pelicula de Alejandro Amenábar. En ella encarnaba a Ramon Sampedro, el tetrapléjico decidido a poner fin a sus dias que se convirtió, a su pesar, en la bandera de quienes promueven la eutanasia.

El filme obtuvo el Oscar a la mejor pelicula extranjera, consolidó la estatura internacional de Bardem, y desde entonces las largas esperas por buenas oportunidades han desaparecido.
“Hasta ahora siempre había hecho proyectos que me dejaban un espacio de tiempo, y dejaba un año o año y medio entre película y película”- recuerda-, “En los últimos tiempos, sin embargo, solo he tenido un mes de descanso entre proyectos. Era algo que no quería hacer, pero lo hice y me di cuenta que se puede. De pronto te encuentras con papeles que te interesan, que quieres hacer, y si no los haces ahora, ¿Cuándo?”.

A los 38 años, Bardem está acumulando una impresionante lista de créditos que lo ha llevado a trabajar con algunos de los directores mas importantes del mundo, incluyendo a Milos Forman (Los Fantasmas de Goya), Joel y Ethan Cohen (No es País Para Viejos), Mike Newell (El Amor en los Tiempos del Cólera), y Woody Allen (Vicky Cristina Barcelona). Mas adelante vienen Rob Marshall, que según informaciones de presa le dirigirá en la versión cinematográfica del musical “Nine” junto a Penélope Cruz, Sophia Loren, Marion Cotillard y Catherine Zeta- Jones. Por último, Francis Ford Coppola, lo ha escogido para protagonizar “Tetro” con Maribel Verdiú.

Aunque no hay un solo director español en esta lista y todas son películas rodadas en inglés, Bardem sigue considerándose a sí mismo un actor español que, en ocasiones, trabaja en el extranjero.
“Yo escojo mis proyectos siguiendo mi intuición y me da lo mismo si son en Estados Unidos, España u otro lugar. Pero es verdad que últimamente han entrado mas proyectos de afuera que de aquí”, concede, “-Quizás en España consideran que ya estoy mas afuera. Es difícil trabajar en un país donde la producción es limitada, y hay muchos directores españoles con los que me gustaría trabajar pero no he tenido la oportunidad. A mi modo de ver, sin embargo, sigo siendo un actor español que trabaja fuera de España. Lo que hago fuera es lo extraordinario”.


Según dice, rodar con Woody Allen en Barcelona fue una de las experiencias mas ricas de toda su carrera “Tienes unos diálogos extraordinarios que te exigen ritmo, concentración y relajación, porque él es un director que trabaja en tiempo real y no manipula”, explica, añadiendo que el neoyorquino quedó encantado con el equipo de producción español. “Fue un proyecto casi teatral, dirigido por un señor que intenta constantemente que surja algo de verdad y que lo hace en forma muy sutil, con mucho cariño por sus actores. Woody Allen no es un tipo muy extrovertido, pero quiere mucho y respeta muchísimo el trabajo de todos”.

Cuando le preguntan si el filme es comedia o drama, el madrileño no sabe que contestar. “La verdad es que ni yo mismo lo sé”, confiesa, “Todo dependerá de cómo se edite. Hay casos en que ves la película terminada y no tiene nada que ver con la que te habías imaginado, pero esa es la naturaleza de este trabajo. Ha habido películas mías que me han desilusionado, pero no puedo dar nombres, porque seria una falta de educación, ¿No?”.
Es poco probable que “No es país Para Viejos”, la película de los hermanos Cohen, haya dejado el corazón del actor insatisfecho. Recién estrenada en Estados Unidos, el filme, basado en la célebre novela de Cormac McCarthy, es una carrusel de frenética y sangrienta violencia ejecutada a menudo por las enormes, duras y eficaces manos de Bardem.
Como el asesino Antón Chigurh- una máquina de matar con mirada funeraria y un aterrador corte de pelo- el actor ha dejado a los críticos europeos y americanos como cadáveres en el camino, incapaces de imaginar una elogio mas para ofrecer y susurrando a viva voz la palabra mas importante en Hollywood: Oscar.
Pero Bardem, con su acostumbrada despreocupación, parece hacer oídos sordos. “Esa es una batalla que abren los demás y donde uno entra en forma absolutamente involuntaria. Yo no me pongo la armadura, cojo la espada y comienzo a pelear por premios”, dice. “Hago mi trabajo y, como cualquier actor, espero que a la gente le guste y crea en mis personajes. La del Oscar y los demás galardones es una batalla enorme que exige mucho tiempo, mucha energía y que ni siquiera quieres librar. Tiene cosas muy buenas, pero también otras terribles. Está la excesiva propaganda, la sobre exposición, el hablar constantemente de ti mismo, asuntos que no tienen nada que ver con tu trabajo. ¿Qué me pasa? Que esto no va conmigo. Pero al final la energía que se produce es tan fuerte, que terminas metido en la lucha y defendiendo lo tuyo”.
Eso no significa, claro, que no le gustaría estar en Febrero próximo subido en un escenario con una estatuilla en la mano, dando agradecimientos frente a la realeza de Hollywood. “A todos nos gusta que nos aplaudan y que nos digan que hemos hecho un buen trabajo. Pero de ahí a convertir el Oscar en el lazo que cierra y adorna tu trabajo hay una gran distancia. Claro que me gusta que me den premios, pero sino me los dan me da lo mismo. Lo que quiero es seguir trabajando”.

Las comparaciones entre Bardem y Antonio Banderas son inevitables, mas ahora que posiblemente encarnara al romántico Play Boy en “Nine”, un personaje con que el malagueño arrancó aplausos en Broadway. “No estoy tomando ningún relevo a Banderas”, “ asegura menospreciando cualquier rumor de rivalidad, “Tuve el placer de verlo en ese musical y fue fantástico, un maestro en el escenario. Después fui a saludarlo al backstage y me quedé muy impresionado con su energía y su carisma. No sé qué va a pasar con esa película, pero no creo que yo ni cualquiera pueda ocupar el sitio que tiene Antonio. Yo admiro mucho lo que él hizo, porque siendo un actor con una proyección, una importancia y un peso tan grandes en España, cogió las maletas y, sin hablar inglés, se fue a Estados Unidos a hacer carrera”, agrega.
“Eso me parece de una valentía brutal”, continua, “Antonio dio un paso para hacer su carrera internacional que yo no he dado. No soy lo suficientemente valiente. Y además, le tengo mucho agradecimiento, porque gracias a él mucha gente en la industria cinematográfica giró la cabeza y miró hacia España. Banderas ha sido un héroe y nos ha hecho un gran favor a todos los actores que vinimos detrás de él”.
La relación de ambos actores con Hollywood es muy diferente. Mientras Banderas se ha lanzado a sus brazos sin pensárselo dos veces, aprovechando todos sus placeres y cayendo, en ocasiones, en sus trampas, Bardem continua como un amante desconfiado y algo infiel. “Siento mi relación con Hollywood como la relación de una noche.”, dijo hace algun tiempo en Nueva York, “ Si me están ofreciendo una buena diversión, un buen plan, voy y me acuesto con Hollywoood. ¿Qué es un buen plan? Un buen personaje. No me dejo llevar por esa belleza o riqueza artística que todos le suponen a Hollywood. Eso es algo que ha ido decreciendo cada vez más. Es una industria que hace 500 películas al año y sólo 30 son buenas. ¿Qué pasa con las 470 restantes?? Mierdas de películas, que ahora también copan todas las pantallas en Europa. Estados Unidos siempre ha sido muy hábil robando ideas de otras culturas, lo que trae cosas muy buenas, como la creación de una sociedad multi- étnica y plural, pero también otras muy malas como la falta de identidad, la conquista de otros pueblos, etc…Eso también sucede en Hollywood con los talentos y el cine. Dicen ¿Y éste que suena tanto, quién es? Para acá. ¿Cómo ganan a los actores europeos? Con cheques. ¿Cómo el actor se deja ganar? Con dinero. Pero con eso no tengo ningún problema. El día que haya dinero iré a Hollywood, pero todavía no me lo han dado. Aparte del dinero también hay que pensar en otras cosas. ¿Quién es el que se levanta a las seis de la mañana para hacer un personaje? Yo. Y más vale que el personaje me guste, porque si no lo voy a pasar mal, porque tengo respeto hacia mi trabajo y porque después de filmarla durante tres meses hay que pasar otros seis promocionándola. Esa es la lupa que uso para ver la letra pequeña”.

No es dificil adivinar que su resistencia tiene tambien otras razones.
Para un actor en Hollywood, el éxito viene acompañado de fama, y la fama acompañada de prensa. Y esa es una compañia que Bardem nunca ha buscado. Su desprecio por las imperttinencias periodisticas es legendario y solo queda rogar por aquel periodista que tenga la ocurrencia de inmiscuirse en su vida privada. Este es un hombre que puede provocar mil emociones, incluyendo la del miedo.
Aunque no lee lo que se escribe de él, dice que le llega igual y le enfurece. “Hay gente que vende su vida y allá ellos; que enfrenten las consecuencias. Pero hay otros que no lo hacemos y nos meten en el mismo saco. Eso me parece injusto”, asegura, “. Hay una prensa repugnante, la prensa rosa, que debería ir a la cárcel. Es una práctica que esta denostando la profesión del periodista. En España, el informador es un enemigo tenga el sello que tenga. Todo los medios periodísticos están saturados de ese tipo de información, e incluso profesionales muy serios han cedido al poder del rating. Es algo terrible y se ha llegado a niveles absurdos”.

El actor insiste: “Este es un pescado que se muerde la cola y todos somos responsables. Pero los máximos responsables son los directores de los medios, que dicen ‘bueno, quizás esto no es muy ético pero nos trae seis millones de espectadores’. El día que muera alguien, que alguien le clave un hacha a un periodista porque se ha metido en su baño a grabarle como caga, ahí se darán cuenta de los excesos a que hemos llegado. En nombre de la libertad de información se está atropellando la dignidad de las personas”.
Por lo mismo, de su vida privada no habla- algo que se agradece en esta era de tantas confesiones-, y cuando algun reportero insiste en arrancarle intimidades, mueve su atlético cuerpo incómodo en la silla y se escabulle mediante respuestas que no por generales son menos reveladoras.
“Yo trato a las mujeres del mismo modo que trato a los hombres”, dijo hace unas semanas en Estados Unidos promocionando “El Amor en los Tiempos del Colera” Todo depende de qué tipo de persona eres, como te consideres a ti mismo y como te relaciones con la gente. El amor mas difícil es el amor a uno mismo, y dependiendo de cómo te trates, tratarás al resto”.
Punto final. Siguiente pregunta.

Para hablar de política, sin embargo, no acepta mordazas ni autocensura. Este es un hombre que cuando se trata de Irak, Bush o Zapatero dice exactamente lo que piensa y con todas sus letras. Lo hace, asegura, como ciudadano y no como actor. “Me guste o no, tengo una posición pública y eso no es algo que pueda controlar. Las cámaras están siempre ahí para captar lo que digo, y eso es algo que uso a mi favor y con cuidado”, señala, “Mucha gente puede pensar que hago un uso indebido de mi popularidad para hablar y autopromocionarme, pero me da igual. No doy ningún crédito a esas comentarios; me remito a mis derechos como ciudadano”.
La politica como carrera no le interesa. “Cuando te conviertes en político profesional pierdes la ética”, dice sin rodeos, “La política es la constante manipulación de la opinión de una sociedad e incluso de uno mismo, porque para seguir en el poder tienes que cambiar constantemente de posición. Todos quienes han sido seducidos por el poder de la política, pierden un poco la ética y sobre todo el sentido de humanidad. Como ciudadano estoy exento de ese virus y puedo ver la política como debería ser, como una respuesta a una necesidad social. Usted, señor político, trabaja para mí y tiene que hacer lo que yo como ciudadano quiera, no al revés”.


Asi las cosas, Bardem- para alegria de los politicos, supone uno- continuará adelante como actor, desafiando y confundiendo a cualquiera que intente colgarle algun titulo, no importa si es de “actor de carácter”, “macho man”, o “latin lover”.
Un dia uno se encuentra con la fragilidad romántica de Florentino Ariza en “El Amor en los Tiempos del Cólera”, y al siguiente con la frialdad horrorosa de Anton Chirguh en “No es Pais Para Viejos”, ambos con el rostro siempre cambiante del actor.
“En mi trabajo siempre intento buscar cosas que me pongan incómodo. Es una forma de moverme de mi centro, porque, emocionalmente, no me gusta residir siempre en el mismo sitio”, explica Bardem. “ Si te quedas siempre en el mismo lugar no usas las herramientas que tienes como actor. Dependiendo de tu edad y de tu físico, te lanzan como un producto, como un perfume, como un zapato. A mi eso no me gusta, porque si me muestran de una manera nadie va a ser capaz de verme de otra. Mi trabajo como actor es tratar de cubrir la mayor cantidad de identidades posibles”.
Si ese es su trabajo, bravo Bardem, que bien hecho está.

Esquire España, 2007