Saturday, January 10, 2009

Gisele Bundchen


“Déjame decirte que ser modelo no es tan glamoroso como todos piensan. A veces una está casi sin ropa en un frío horroroso en Islandia, y otras parada durante horas bajo el sol en la playa. Es un buen trabajo, pero es un trabajo duro”, dice Gisele Bundchen, que sobre este tema sabe más que nadie. A los 24 años, es la “top model” más famosa, mejor pagada y más fotografiada del mundo, la heredera de Twiggy, Veroushka y Linda Evangelista. Su cara larga y pecosa, sus intensos ojos azules, su provocativa melena dorada y su perfecta figura –tan perfecta que algunos han sugerido que no es producto de la naturaleza, sino del bisturí, una acusación que ella niega- han ocupado cientos de portadas y servido para promover a Dior, Valentino y Victoria’s Secret, entre otras marcas. A diferencia de la Evangelista, Gisele sale de la cama por menos de cien mil dólares. Cada una de sus pasadas en la pasarela, que son cada vez menos frecuentes, agrega 50 mil dólares a su abultada cuenta bancaria, y en el último tiempo sus ingresos galopan a un poderoso ritmo de cinco millones de dólares anuales, sin contar sus contratos exclusivos. Su imagen de belleza y glamour ha aumentado con su publicitado noviazgo con Leonardo di Caprio, un asunto que detesta comentar con la prensa aunque recientemente confesó en “Vanity Fair” que no estaba comprometida, nunca ha estado comprometida, y que no entiende por que los reporteros insisten en la idea de un matrimonio. Por el momento, asegura, su principal preocupación es su carrera, la que tomó un nuevo giro recientemente cuando apareció en la película “Taxi”, junto a Queen Latifah y Jimmy Fallon, como una sexy ladrona de bancos brasileña en el “remake” de un filme francés de Luc Besson. “En un principio dije que no quería hacerlo; no he tomado una clase de actuación en mi vida. ¿Y ahora estoy haciendo una película? ¿Estoy loca?- dice Gisele sentada en una suite del “Mark” Hotel en el Upper East Side de Nueva York- “Luc, que es uno de los productores de la película, me explicó que como mi papel era una brasileña no tendría que perder mi acento. Además, no es Shakespeare, ¿No? Es una comedia y eso me interesó también, porque nunca me he tomado a mí misma muy en serio. Entonces, ¿Por qué no? No tenía nada que perder. Trabajé solo diez días, fue un rol pequeño y no tenía que cargar con el peso de la película en mis hombros”.
El día de esta entrevista, Gisele no llevaba una gota de maquillaje y estaba vestida con jeans, botas, y un top floreado. Frente a frente, sin la ayuda de dos horas de maquillaje, equipos de iluminación y photoshop, se ve aun más joven y más hermosa que en las fotografías. Su voz es profunda y risueña, y a pesar de toda su madurez a veces suena como la de una adolescente. “Mi personaje no tiene nada en común conmigo”, asegura, “aparte de su nacionalidad, su pasión por la velocidad y su seguridad en sí misma. Pero mi seguridad no es arrogante, como la de ella”.

-Como tu personaje, ¿También tienes algo de villana?
-No, para nada. Pero creo que a todo el mundo le gusta jugar al villano de vez en cuando. Es mucho más interesante que ser la buena de la película.

Mientras enciende un nuevo cigarrillo, Gisele asegura que no sabe que tan seria es su nueva carrera como actriz. “Creo que es importante concentrarse en lo que una está haciendo, pero también dejar puertas abiertas para que pasen otras cosas. Hay que tomar riesgos y desafiarse a sí misma, especialmente en mi caso, porque he estado en el negocio de la moda durante diez años y hay muy pocas cosas que ya no haya hecho”.

-¿Estas aburrida de tu carrera?
-No estoy aburrida. Diría que disfruto lo que hago, me siento muy afortunada y aprecio todo lo que esta carrera me ha dado Me gusta mi independencia económica, el haber crecido rápidamente, haber aprendido cuatro idiomas y conocido a mucha gente interesante. He cometido errores, pero no siento ningún arrepentimiento. Me gusta mi carrera, pero no quiero ser una de esas chicas que llegan a los treinta años y lo único que han hecho es ser modelos. Tengo 24 anos, planeo trabajar dos o tres anos mas y luego hacer otra cosa. Cuando cumpla ochenta, quiero ser de esas personas que dicen ‘de los 14 a los 28 hice esto, luego hice esto otro…’. Creo que es muy importante crecer y no quedarte en el mismo sitio todo el tiempo.

-¿Sientes que perdiste algo de tu adolescencia empezando a trabajar tan joven?
-No, para nada. No cambiaría nada de mi vida, porque a pesar de los momentos buenos y malos, valoro todo lo que tengo. No estaría en el lugar que estoy si no hubiera vivido lo que he vivido. Crecí rápido, es cierto, pero lo disfrute y no extraño nada. Me siento muy afortunada.

-¿te sientes muy distinta a los amigos que dejaste en Brasil?
-En absoluto. Tengo cinco hermanas, ellas son mis mejores amigas, y ni siquiera tienen que mantenerme con los pies en la tierra porque siempre los he tenido ahí. Mis principios no han cambiado para nada. Quizás lo que ha cambiado es que he aprendido a ser mas paciente, y sé que hay muchas cosas que todavía tengo que trabajar conmigo misma…Pero en mi esencia me siento igual al resto de mis hermanas. Aunque viajo mucho, tengo un estilo de vida de locos y nuestras responsabilidades son distintas, seguimos siendo todas iguales. Lo mismo me sucede con mis amigos.

-Y ellos, ¿No te sienten distinta?
-No tengo que hacerles esa pregunta. Mi familia descansa mucho en mi, piensan que soy muy fuerte, aunque a veces no es así porque soy muy sensible y eso me hace débil en ciertos aspectos. Pero trato de ser fuerte por ellos. Yo también descanso en ellos. Nos necesitamos unos a otros y nos entregamos mutuamente lo que necesitamos. Eso te da mucha libertad, porque no sientes miedo frente a nada. Pase lo que pase, siempre tendrás a tu familia. Es algo maravilloso.


-¿Cómo describirías esos principios de los que hablas?
-La familia es lo más importante para mí. Soy muy honesta y nunca pienso que soy mejor que otras personas. Mi padre siempre me dijo “si crees que eres mejor que el resto, no eres nada”. También me enseño a concentrarme en lo que tengo y no en lo que me falta. Hay personas que no son nunca felices porque están obsesionadas con lo que no tienen, sin darse cuenta de lo que poseen. Todos estos son valores que mis padres me inculcaron cuando era niña y no han cambiado: sé fiel con tus amigos, trata a todo el mundo como quieres que te traten…Todo lo que soy me lo enseño mi familia, y no voy a cambiar solo porque estoy en este negocio o porque tengo mas dinero que antes. Eso no importa. La belleza, el dinero y la juventud pueden desaparecer, pero lo único que permanece es la familia y tus valores. Cuando una muere, lo que deja atrás es lo que hizo por los demás. Nada material permanece.

-¿Es difícil mantener esos principios en un mundo tan frívolo y preocupado de las imágenes como la moda?
-No para mí, porque tengo muy arraigados mis valores. Nunca soñé con ser modelo o actriz; crecí en un pueblo pequeño y quería ser jugadora de voleibol. Ese era mi sueno. Se me presento la oportunidad de ser modelo, la tome, he trabajado muy duro y tuve la suerte de estar en el lugar y el momento precisos.

-¿No te resulta difícil la relación con otras modelos, o diseñadores o fotógrafos?
-En un principio fue difícil. Llamaba mis padres llorando y les decía ‘!No les gusto, me tratan mal, están celosos…!’. No entendía por que no les gustaba. ¿Que había hecho que les molestaba? Nunca le hice daño a nadie, nunca le desee mala suerte a nadie. ¿Por que no les gustaba? No entendía. Finalmente mi padre, que es mi ídolo, me dijo ‘Gisele, tienes que perdonar. No puedes esperar que todo el mundo sea igual que tú y quiera las mismas cosas que tu quieres. No todo el mundo tiene lo que tu tienes’. Cuando entendí eso, me sentí mucho mas cómoda y comencé a aceptar a la gente tal como es. Quizás ellos no tuvieron un padre y una madre que los adoraban como los tuve yo. Quizás estaban celosos y me trataban mal porque fueron abusados por sus padres, o los golpeaban…Hay que tratar de entender los motivos de las personas y no juzgarlas. Una nunca sabe por que llegaron a ser como son. No me puedo enojar con alguien que ha tenido una vida terrible. Al contrario, siento compasión.

-¿Todo el rechazo que debiste enfrentar al comienzo de tu carrera, te hizo mas dura?
-Cuando empece mi carrera tenia 14 anos y era muy difícil escuchar decir ‘no sirves, eres muy esto o muy aquello, muy alta, muy delgada, tu nariz es muy larga’. Es muy duro para la autoestima y una comienza a sentirse mal respecto a sí misma. Pero mi familia siempre me apoyo y me dijeron, ‘No tienes que gustarle a todo el mundo. Es una cuestión de gustos’. A pesar de los problemas, no tenia ninguna intención de regresar a mi casa con las manos vacías después de haber sacrificado tanto. No, no. Me iban a tener que aceptar, y seguí tratando con la esperanza de que alguien me contratara. Y resulto. El rechazo es difícil de tragar, pero te hace aprender mucho porque te hace apreciar las cosas buenas que suceden después. He construido mi carrera paso a paso. Al comienzo no tenia dinero siquiera para pagar el bus, después pude tomar taxis, y ahora tengo un auto. Sé muy bien lo que es no tener nada.

-Tu llegaste en un momento muy especial en la moda…
-En un momento muy afortunado…

-Hasta ese momento todas las modelos tenían un “look” y una actitud muy distinta a la tuya…
-Sí, sí. Me acuerdo que llegue a Londres por primera vez el 97 y me encontré con todas estas chicas con “piercings”, el pelo oscuro, pálidas…Parecía que estaban muriendo. Llegue con mi pelo largo hasta la cintura, bronceada. Tenia 16 anos. Asistí a 42 castings y en todos me dijeron que no. Ni siquiera miraban mi cara. Tuve la suerte, sin embargo, que me contrataran para el desfile de Alexander McQueen y al final todos estaban preguntando por mi nombre, porque soy muy buena caminando en tacos. Creo que llegue en el momento adecuado, pero también he trabajado muy duro. Aprendí sobre este negocio e hice todo lo posible para estar en las revistas adecuadas para que la gente me respetara.


-¿Si no estabas realmente interesada en la moda, que te hacia esforzarte tanto?
-Quería que mis padres se sintieran orgullosos de mí. De otro modo, ¿Para que iba a abandonar mi casa? ¿Para que iba a dejar a mi mama y mi papa, que me protegían de todo? ¿Y a mis hermanas? Por eso, cuando se me presento la oportunidad la acepte, pero lo hice entregándome cien por ciento. En diez anos de carrera, nunca he llegado atrasada a un trabajo. Este es mi negocio y lo tomo muy en serio. Después hago mi vida, pero cuando estoy trabajando me concentro totalmente en eso. Mi desafío era probar que podía salir adelante a pesar de que todos me decían que iba a fracasar. Pero cuando alguien me dice “no, no puedes hacer esto’, eso es justamente lo que quiero hacer. Detesto la palabra “no”, y creo que si uno se lo propone y se esfuerza, puede conseguir cualquier cosa.

-¿Conseguiste todo lo que querías?
-Sí. He sacrificado muchas cosas para llegar donde estoy, pero ni siquiera pienso en eso porque he estado siempre concentrada en mi trabajo. A veces veo mi agenda y me doy cuenta que no he tenido un día libre en meses. Pero ahora estoy en una etapa diferente en mi vida, tengo 24 anos, y aunque he madurado, siento que tengo todavía mucho que aprender. Tengo todo lo que necesito por ahora, y por lo mismo me siento satisfecha y feliz.

-¿Que diferencia a una “supermodel” del resto de las modelos?
-Nunca me ha gustado esa palabra, supermodel. Me suena a una de esas super mujeres de los ‘comics”. Ahora están hablando de la “uber-model”. ¿Que es eso? Nunca he pensando en mi misma como una supermodel, sino como una mujer de negocios.

-Pero no hay muchas modelos que tengan tu posición en el mundo de la moda…
-¡Gracias a Dios! He conocido a millones de chicas que son mucho más bonitas que yo. Pero como modelo, no importa lo hermosa que seas, si no sabes moverte frente a una cámara y no estas interesada en el trabajo, los clientes no te contratan. Eso hace una gran diferencia. Los clientes saben que cuando me contratan, voy a tratar de hacer el mejor trabajo posible
.
-¿Que efecto ha tenido la fama en tu vida?
-No me gusta cuando hablan de mi vida privada. Lo detesto. Y tampoco me gustan los paparazzis, los odio, me están persiguiendo todo el día…Debería haber una ley en su contra. Pero para mí la fama, mas que fama, es la prueba de que he triunfado. Nunca me intereso que me reconocieran o que la gente supiera mi nombre Tampoco me importa lo que el resto piense o diga de mí. Lo único que me importa es lo que pienso yo y mis padres. No me siento distinta al resto del mundo.

-¿Lees lo que se publica de ti?
-Generalmente no, porque me molesta que publiquen todas esas mentiras sobre mí. Como no tienen nada que decir, lo inventan. La gente tiene la idea de que si eres una modelo o una actriz, tienes una vida fabulosa y decadente. Yo no consumo drogas, me gusta estar en mi casa con mis amigos, en un lugar donde me sienta segura. Voy a nightclubs tres veces al ano como máximo, y generalmente para celebrar algún cumpleaños o algo así. Mi vida es muy aburrida para la prensa, pero para mí es un sueno.

-¿Que tu y Leonardo sean tan famosos se convierte en un problema para tu relación?
-Como todo en la vida, los problemas surgen cuando uno permite que se conviertan en problemas. Creo que cuando una esta decidida a que las cosas resulten, resultan.

-¿Después de retirarte en un par de anos, planeas regresar a Brasil?
-He vivido ocho anos en América y este es mi segundo hogar. Amo Nueva York, porque no es América, es un lugar que podría ser Puerto Rico, Francia, Chile, España…Una le puede poner el nombre que quiera. Es una ciudad con una cultura impresionante, muy excitante, donde es posible conseguir lo que quieras a la hora que quieras. Me encanta. Siempre tendré un lugar en Nueva York y otro en Brasil. Estoy llegando a una etapa en que tengo que pensar donde voy a establecerme, pero creo que voy a dejar que Dios decida por mí; voy a seguir viviendo mi vida y ver donde me lleva.

Ocean Drive Espanol, 2007

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