Saturday, January 10, 2009

Catalina Sandino Moreno


Hasta que recibió la oferta para interpretar el rol protagónico en “María Full of Grace”, Catalina Sandino Moreno no tenia ninguna intención de convertirse en actriz. Sentía pasión por el teatro, es cierto, pero lo consideraba más un hobby que una carrera. “!Si en Colombia yo no tenia profesión!”, explica sonriendo y abriendo sus ojos muy oscuros, sentada en una elegante oficina de los estudios Fox en Manhattan, “Cuando me eligieron para el papel de María estaba estudiando publicidad, y aunque había hecho algo de teatro, no era nada profesional”.

Esa película cambió su vida. Desde que se estrenó en el Festival de Sundance el 2004, “María…” – la historia de una joven que busca mejorar su vida sirviendo como “mulera” para traficantes de drogas colombianos- obtuvo un premio detrás de otro, incluyendo el galardón del público en Sundance y el Premio Especial del Jurado en Deauville. Catalina ganó el Premio a la Mejor Actriz en los Festivales de Berlín y Seattle, el trofeo a la mejor nueva actriz en los Gotham Awards y, en una inesperada sorpresa que remeció a Hollywood y Bogotá, fue nominada para un Oscar a la mejor actriz. “Me acuerdo que estaba viendo las nominaciones por televisión cuando, de pronto, dieron mi nombre”, cuenta, “!No lo podía creer! Ahí fue cuando sentí que todo se me había ido de las manos… Nunca pensé que la película iba a tener ese impacto. Cuando estábamos filmando no teníamos ni siquiera un trailer. Nos sentábamos en la calle a esperar que nos llamaran al set. A mí simplemente me parecía chévere hacer una película y, como me pensaba que era buena, supuse que quizás la pasarían por HBO, lo que me ponía excitadisima”.

Cuando Catalina llegó a Los Angeles fue recibida como una estrella. “Todos querían conversar conmigo”, señala,” había agentes, publicistas, diseñadores que me ofrecían ropa…Fue impresionante, No sabia ni donde estaba parada”.
Mientras otras se habrían subido rápidamente al carrusel de la fama y todos sus placeres- las portadas en revistas, el contrato con la marca de cosméticos, el novio actor, las tardes de shopping, los almuerzos en The Ivy, las noches en Bungalow 8-, esta actriz de 25 años dice que su vida, su verdadera vida, no ha cambiado.

“Yo me sigo montando en el subway, vivo en un departamento muy chiquito donde solo quepo yo, y llevo una vida muy normal. Además tengo a mi mamá, que es una de las personas que me aterriza si empiezo a levitar. Ella jamás permitiría que se me fueran los humos a la cabeza…”.
Después de ese huracán de elogios y halagos Catalina se instaló en Nueva York, estudiando drama en la prestigiosa academia de Lee Strasberg y manejando su carrera sin mas estrategia que sus propios instintos. En su última película, “Fast Food Nation”, interpreta a otra inmigrante, Sylvia, una mexicana que cruza el desierto junto a su marido (Wilmer Valderrama) en busca de mejores horizontes y que, en cambio, descubre un infierno al norte del Río Grande. La película fue dirigida por Richard Linklater, con un guión basado en el best seller de Eric Schlosser del mismo nombre sobre los horrores de la industria del “Fast Food”.

-¿Por que te interesó este rol?
-Porque me permitía mostrar a otra inmigrante, diferente a María. Yo soy inmigrante, y creo que cada inmigrante tiene su propia historia. Mucha gente piensa que todos llegamos de la misma manera, y que todos somos y buscamos lo mismo, pero no es así. Existen muchos estereotipos sobre los inmigrantes, y creo que personajes como estos ayudan a romperlos.

-¿Cuales son, a tu modo de ver, las diferencias principales entre los dos personajes?
-Para mí están muy claras. María es una chiquilla que vino a Estados Unidos con las ganas de ganar dinero, estar sola, ser independiente y no tener que lidiar con su mamá y el resto de la familia. Es una ninita malcriada y rebelde que estaba cansada de su vida en Colombia y que, a diferencia de Sylvia, tenia alternativas. Sylvia, en cambio, se vio obligada a cruzar el desierto con su marido y su hermanita. No lo eligió.

-¿Te preocupó participar en una película tan política como “Fast Food Nation”?
-No, para nada. Me encanta ser parte de películas que hagan reaccionar a la gente. Me parece mejor que aparecer en “Spider Man”. Y no creas que no me gustan las películas de acción, o que no me gustaría hacer una. Me encantaría, igual que hacer filmes de horror o comedias. Pero la reacción de esos filmes no se puede comparar con lo que producen “María…” o “Fast Food Nation”. Para mí esa reacción ha sido lo más satisfactorio que me ha pasado en mi vida, incluso mas que el Oscar. Estas son las películas que valen la pena.

-Tu llegada a este país fue obviamente muy diferente al de María o Sylvia… ¿Sientes algo en común con ellas?
-¡Por supuesto! Cuando llegué a Estados Unidos me encontré con personas hermosas que me cuidaron muchisimo, pero también con una sociedad que no sabia que era tan diferente a la mía. Esta es una cultura muy individualista, muy fría, donde el concepto de familia es muy distinto. En Colombia yo estaba siempre rodeada de familia…Aquí son muy ellos, y cuando cumple 18 años, el peladito se va al otro lado del Estado para no ver a su mamá nunca más. Yo viví con mis papás hasta los 20 años, y mi hermano tiene 18 y sigue ahí. Tengo amigos que tienen 30 y continúan viviendo con los sus padres sin que eso sea mal visto.

-¿Qué dice tu familia de que estés viviendo sola en Nueva York?
-Les encanta. Les gusta que tenga ganas de hacer cosas por mi misma. Pero cuando recién llegué a Nueva York fue muy duro…Lloraba todo el día. Llamaba a mi mamá y le decía ‘!Tengo mucho frío, esta nevando!’…Yo tengo problemas con mis pulmones y el frío me da muy duro, me produce una especie de asma. Aquí tuve que ir al medico sola, cosa que jamás había hecho. En Colombia, si iba al doctor, iba con mi mama, o mi hermana, o mi abuelita…!Una al medico no va sola!. Por otro lado me encanta…

-¿Porque tienes libertad?
-Claro, porque empiezas a descubrir tus limites, te das cuenta de lo que puedes hacer y lo que no, y reconoces tus fortalezas y tus debilidades. Con la familia, nunca sabes quién eres realmente.

-¿Ha sido difícil planear una carrera después de un éxito tan grande como el de ‘María…’?
-Lo que más me importa es seguir siendo honesta conmigo misma y mi trabajo. Yo no voy a estar en una película por dinero, y eso lo tengo clarísimo. Si la plata llega, fantástico, pero si no llega no me importa…Lo que quiero es estar conforme con mi trabajo, y cuando sea vieja y tenga nietos poder mostrarles todas mis películas y sentirme orgullosa de cada una de ellas. Mi plan es seguir mis instintos, como siempre lo he hecho.

-¿Rechazas muchas ofertas?
-He rechazado varias. Leo veinte o treinta páginas del libreto, y ya sé si me gusta o no.

-¿Te ofrecen muchos papeles parecidos a los que ya has hecho?
-Claro, por los roles que he tenido, por ser latina, por mi imagen…Yo me siento muy responsable de lo que hago como latina, colombiana, mujer y actriz. No me interesa generalizar una cultura como la nuestra, que es muy diversa, divina, y muy distinta a lo que a menudo se muestra en las películas. No puedo ayudar a continuar con estereotipos…

-Tu próxima película también es una producción americana. ¿Piensas volver a hacer cine latinoamericano?
-Me encantaría. Yo hice un corto con el brasilero Walter Salles, y me quedé con muchas ganas de trabajar con él nuevamente. Es uno de mis favoritos. El cine latinoamericano siempre ha estado ahí, lo que necesitábamos era salir al mundo, y eso está sucediendo. En mi país, que es lo que conozco, hay tantas historias que no han sido contadas. Hay mucho talento colombiano, pero necesitamos los medios y en eso Hollywood puede ser una gran ayuda.

-¿Cómo ha reaccionado Colombia frente a tu éxito?
-Bien. El país obviamente está muy orgulloso…

-¿No lo resienten, como ocurre en otras partes?
-La envidia corroe, e indudablemente he tenido comentarios que dicen que no me merezco el éxito que he tenido, que lo mío fue suerte, que no sé actuar y que quién me creo que soy. Pero esos comentarios me entran por un oído y me salen por el otro, porque sé que están provocados por envidia. Yo no le envidio nada a nadie. Estoy feliz, concentrada en mi vida, y el resto no me importa. Pueden hablar lo que quieran de mí porque yo me conozco y sé lo que seria que soy respecto a mi trabajo. Lo único que espero es que en el futuro no me den tantos palos como me los han dado.

-¿Esa es tu actitud frente a todas las criticas?
-Sí. Una tiene que ser humilde y agradecer todo lo que le pasa, sea bueno o malo. Todas las criticas que recibí por ‘María…’ fueron muy buenas, pero para mí fueron secundarias. Yo sabia que la película y mi trabajo eran buenos, y eso era lo que me importaba. Una no es un dulcecito para gustarle a todo el mundo.

-¿Cuándo supiste que querías ser actriz?
-Creo que nunca lo supe; sucedió porque tenia que suceder. Para mí el teatro fue siempre un hobby, pero después me iba a la Universidad y seguía estudiando publicidad, que era lo que pensaba hacer,. Si no estuviera haciendo cine, probablemente estaría en una agencia pensando en como vender una barrita de chocolate.

Ocean Drive Espanol, 2007

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