Saturday, January 10, 2009

Enrique Iglesias (con Tommy Hilfiger)


Es fácil ver por que Tommy Hilfiger esta interesado en Enrique Iglesias, y Enrique en Tommy. Los dos comparten la más misteriosa de las cofradías: la fama., ese pequeño universo de dinero y privilegios, rumores, portadas, paparazzis y adoración publica donde todos los lujos, menos el de la privacidad, parecen posibles.

Cuando Hilfiger decidió lanzar la versión masculina de “True Star”- la fragancia que en su versión femenina lleva a Beyonce Knowles como rostro exclusivo- no tuvo dudas en elegir a Enrique. “Tiene todas las características de una superestrella global”, dice orgulloso de su decisión. Como siempre sucede en estos casos, el lanzamiento del perfume en Nueva York – habrá otro en Madrid en un par de semanas- estuvo rodeado de una impresionante campana de marketing y relaciones publicas que incluyo periodistas invitados de todo el mundo, un ejercito de publicistas y relacionadores públicos, y una magnifica fiesta en el helipuerto de Manhattan donde las dos estrellas, Tommy y Enrique, llegaron a bordo de un helicóptero seguidos de cámaras de televisión y paparazzis. Sofisticadas rubias en stilettos y hasta severos hombres de negocios se comportaron como histéricos quinceañeros frente al cantante, que en persona es alto, delgado, casual e incluso mas atractivo que en las fotografías y videos.

Para ambos, “True Star” no podría haber llegado en un mejor momento. Hilfiger se preparaba a estrenar, la semana pasada, su propio “reality show”, “The Cut”, donde, siguiendo los pasos de Donald Trump en “The Apprentice”, aparece como el mentor de mas de una docena de aspirantes a diseñadores decididos a convertirse en la próxima gran estrella de la moda en Manhattan. El domingo anterior, “The New York Times” dedico la primera pagina de su sección de negocios al programa, preguntándose si abrir las puertas de una compania que en los últimos anos ha sufrido altos y bajos, seria una buena idea.
Enrique, por su parte, esta preocupado de los últimos detalles de su ultimo CD, que aun no tiene nombre y que esta siendo grabado en estudios de Miami a Estocolmo bajo la supervisión de algunos de los productores más importantes del mundo, incluyendo a Max Martin, Kristian Lundin, Anders Bagge, Mark Taylor y Paul Barry. A pesar de la experiencia, dice, un nuevo álbum no se hace más fácil. “Cuando uno mantiene sus estándares altos, hacer buena música es siempre un desafío”.

A los 29 anos, el hijo de Julio Iglesias e Isabel Preysler conoce bien los intrincados recovecos de la fama. Sin embargo, la constante atención del publico y la prensa, los rumores que han rodeado desde un principio su relación Anna Kournikova, y la privilegiada pero incomoda situación de ver su cara repetida hasta el cansancio en las revistas, parecen haber tenido poco efecto en él. Vestido con jeans, una polera y un gorro de béisbol, se sentó junto a Hilfiger en la oficina privada del diseñador, y ahí, a la sombra del retrato de “Liz Taylor” de Andy Warhol, caricaturas de Hirschfield e innumerables fotografías de estrellas de rock, ambos conversaron relajadamente sobre su nuevo proyecto, las trampas de la fama y la sutil barrera que divide al hombre de la estrella.

-Ustedes se conocieron en Moustique…
TH- Si, Enrique y sus amigos estaban en un yate y llegaron a Moustique un día antes del ano nuevo, así que los invite a celebrar en mi casa. Lo pasamos muy bien. Enrique se emborracho, salió con su novia a un paseo en moto, terminaron en el agua y casi se ahogaron…

- ¿La idea de la colaboración surgió ahí mismo?
EI- No, esto fue mucho antes…Nos conocimos hace dos anos.
-Tommy, ¿Por qué pensaste en Enrique como rostro para “True Star”?
TH- El perfume se llama “True Star” y por lo tanto necesitábamos una verdadera estrella como imagen. Pense en él porque es una superestrella global, tiene el ‘look’, la actitud, esta relacionado con la música, es ‘cool’, joven, relajado, y pense que seria perfecto para colaborar en este proyecto. Pero también supe que si no le gustaba la fragancia, no querría ser parte de ella. Deje muy claro con mis socios en Estee Lauder que el perfume tendría que tener su personalidad y actitud.
EI- A mí me intereso porque es un gran producto, y porque Tommy siempre mezcla todo lo que hace con música, algo que me parece fantástico y muy artístico. Amo la música y me encanta lo que él hace. Era un “match” perfecto. Lo único que me interesaba era que me gustara la fragancia. Quería que fuera, joven, fresca y que no fuera demasiado fuerte. Detesto esos perfumes que puedes oler a metros de distancia, o que cuando la persona que lo lleva entra a una habitación, te da de inmediato un dolor de cabeza.

-Hablando de “stars”, tus padres son muy famosos. ¿Que aprendiste de ellos sobre la fama y como manejarla?
EI- Que no tienes que confiar en la gente- dice riéndose- No, en serio, creo que lo más importante que herede de mi padre fue su ética de trabajo. Siempre admire la forma y lo mucho que trabajaba, y su pasión por la música. Una de las cosas que aprendí de ambos y que me ha ayudado muchisimo, es rodearme siempre de gente buena y positiva. No me refiero a esos que te dicen siempre que “si” y que aceptan todo lo que dices o haces solo porque eres rico o famoso, o porque quieren aprovechar tus ventajas. Estoy hablando de gente que siente algún tipo de cariño o amor por ti.

-¿Has desarrollado algún tipo de ‘radar” para captar las intenciones de la gente?
EI- Creo, y espero, que sí. Aunque no creo que sea completamente preciso, he desarrollado un buen sentido para leer a la gente.
TH- Mi propio radar esta mejorando todo el tiempo. Cuando uno es conocido, sabe que hay cierta gente que desea ser tu amigo solo para aprovechar las ventajas. Con los anos me he puesto más sabio, más cauto. Cuando era joven era muy ingenuo en este aspecto, pero a medida que he ido conociendo mas gente, mi radar se ha hecho mas preciso. Ahora conozco a alguien y me doy rápidamente cuenta si son falsos o auténticos, y que están buscando conmigo. Es algo que he aprendido a través de errores. Una persona famosa no puede vivir sin este “radar”.

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-¿La fama fue siempre un sueno para ustedes?
EI- En mi caso, siempre tuve sueños de estar sobre el escenario. Recuerdo haber estado en conciertos de The Police, Tom Petty, Michael Jackson o Phil Collins, sumergido en medio de la multitud, sintiendo una excitación enorme. Si eso era apasionante, imaginaba que estar en el escenario debía ser mil veces mejor. Además, como adolescente, cuando a veces pasaba por un momento difícil, encontraba siempre ayuda en la música. Era como tener mi propia terapia. Cuando me sucedían cosas que, aunque ahora suenen tontas en ese momento eran importantes, siempre escribí música o poesías que luego se convertían en canciones.

-Entonces siempre supiste que querías ser cantante…
EI- Sabia que de una forma u otra iba a terminar relacionado con la música. Pero para mí fue muy difícil, porque mi padre también era músico. Siempre estuve muy cerca de ellos, pero no quería compartir mi amor por la música con ellos. Era mi propio mundo. Pense que si decía algo, me iban a decir “cierra la boca y sigue comiendo” o algo así.

-¿Es cierto que no les contaste hasta que firmaste tu primer contrato con un sello?
EI- Si. En ese tiempo estaba en el “college” y había sido rechazado por varios sellos. Pero uno de ellos, muy pequeño, me dijo que firmaría conmigo, así que tome un avión a México y firme cien papeles que no tenia idea que decían. Fue el tipo de cosa que sabes que tienes que comunicarle a tus padres pero no encuentras el momento adecuado. Decía “mañana les cuento”, y al día siguiente decía lo mismo. Pasaron seis meses….

-¿Cómo se los dijiste?
-EI- ¡No se los dije! Lo supieron por otra parte…Los dos me llamaron diciéndome, ¡Qué mierda hiciste!. Pero para mí era una aventura. Si resultaba, fantástico. Y si no resultaba, no tenia a nadie mas que culpar que a mí mismo. Fue un periodo muy intenso. Arme mis maletas y me fui de la casa. También fui donde mi consejera en el “college” para anunciarle que dejaría la universidad. Pense que me iba a decir que no lo hiciera, que estaba loco, que esta era mi única oportunidad de conseguir una educación, pero en cambio me dijo que si ese era mi sueno lo siguiera, y que si las cosas no iban bien siempre podría volver.

-¿Cómo te las arreglaste para abandonar la sombra de su padre?
-EI- Fue una mezcla de suerte y ‘timing’. Estaba enfrentando a una nueva generación. La gente que me escucha no escucho la música de mi padre. Hay niñas de diez o quince anos que se me acercan y me preguntan si mi padre también es músico. Eso me hace entender que aprecian mi música por lo que es, sin importar quien es mi padre. En lo personal, seguir a la sombra de la imagen de mi padre fue siempre una lucha, una pelea. A veces abandone entrevistas a la mitad, indignado, porque el periodista solo me preguntaba sobre él. Es divertido, porque ahora cuando veo a hijos de gente famosa, especialmente músicos, les doy menos crédito hasta que se prueban a sí mismos. Y tienen que probar mucho mas que el resto; no es fácil. Por un lado ser el hijo de mi padre me ha dado muchas ventajas, pero también ha hecho que las cosas sean más difíciles.

-Tommy, estas a punto de empezar tu propio “reality show”. ¿Por que arriesgarte en TV?
TH- Llevo veinte anos haciendo lo mismo, diseñando ropa y construyendo un negocio, y la verdad es que estoy aburrido. Quería hacer algo distinto, y cuando CBS se acerco con la oferta me pareció interesante. Me da la oportunidad de descubrir al próximo gran diseñador americano, porque sé cuales son los elementos en que tengo que fijarme. Además, me da un desafío. No me interesa tener cámaras siguiendome las veinticuatro horas del día, concentradas en mi vida personal. Pero mi vida como empresario esta abierta.

-¿Tienes miedo del efecto del rating en tus ventas?
TH- Cuando uno esta en la televisión nacional, llega a millones de personas que de otra forma no alcanzaría. Esta es una buena manera de mostrarles el tipo de negocio que tenemos y el tipo de persona que soy. No soy uno de esos diseñadores que se creen dioses; no soy un excéntrico, loco, inalcanzable. Es la oportunidad de mostrarles que soy una persona real y hacerles entender que cada prenda de Tommy Hilfiger involucra una enorme cantidad de trabajo. También quiero mostrar que le devolvemos la mano a la sociedad, que apoyamos a jóvenes en Harlem, en el Bronx, en hospitales y colegios. ¿Por que no mostrarlo? Ahora, si les gusta el show, fantástico. Y si no les gusta, es Ok.

-Tu eres conocido, pero no una estrella de Hollywood. ¿Te preocupa la exposición que el programa va a acarrear para ti?
TH- Ya soy lo suficientemente conocido. Si voy a un restaurant o a un club, la gente me conoce. Estar en televisión va a ser mas de lo mismo, no va a ser un cambio dramático. No me gustaría pasar de ser un desconocido a una celebridad; pero durante veinte anos he estado en el mundo de la moda y eso me ha preparado para lo que viene.

-Una de las cosas más difíciles para una celebridad es llevar una vida normal. Enrique, ¿Cómo afecta tu fama a tu relación con tu familia, con tu novia…?
EI- Hay áreas de mi vida que no importa compartir con el publico y otras que prefiero mantener en privado. Todo depende de lo que busques. En mi caso, creo que esta bien que la gente sepa de tu vida personal hasta cierto punto. Si estoy enamorado, no me voy esconder a puertas cerradas,

-¿Dónde pones el limite?
EI- La gente siempre alega que esto es algo muy difícil de controlar, pero creo que hay maneras de hacerlo. No es fácil, pero puede hacerse.
TH- Creo que si quieres ser visto, vas a lugares donde vas a ser visto. Y hay un lugar y un momento para eso. Y si quieres tener una comida calmada, intima, sabes donde ir.
EI- ¡Exacto!
TH- Si no quieres que te fotografíen, no vayas a los lugares donde sabes que habrá fotógrafos. Anoche estaba invitado a tres fiestas diferentes y decidí no ir a ninguna. No tenia ganas de lidiar con todo eso. Mi teléfono no dejaba de sonar con llamados de amigos, “ ¿Donde estas? La fiesta a va a empezar…”. No tuve ninguna gana de ir. Dicho esto, uno, como persona conocida, esta siempre en peligro de que cualquier cosa que haga o diga termine publicada en la prensa. Por eso uno no puede tomar estas cosas en forma muy personal ni ser muy sensible al respecto. Si lo haces, no puedes estar en actividades como las nuestras. He leído tantas cosas sobre mí, tantos rumores, que si les diera importancia estaría loco.
-¿Tu reaccionas de la misma forma, Enrique?
EI- Si, creo que Tommy lo explico perfectamente. Pero pensaba que todo lo que había leído sobre él era cierto- bromea-. Creo que me preocuparía mas si fuera a un restaurant y nadie me pidiera un autógrafo o una foto. Ese seria un mal signo. Esta es mi vida, esto es lo que hago, y la atención del publico y la prensa me parecen evidencia de que lo estoy haciendo bien. Hay otros que se molestan. ¿Y que? Hay peores trabajos que ser una estrella de la música o la moda.
TH- Ahora Enrique va a ser incluso más famoso, porque vamos a poner los avisos de ‘True Star’ en todos los aeropuertos, tiendas y revistas del mundo.
EI- ¡Ojalá que eso mejore mi vida sexual!
TH- David LaChapelle hizo el spot para televisión y Mario Testino las fotos. Quisimos trabajar con lo mejor de lo mejor.
EI- Mario Testino es peruano…

-Sí, ya sabia…
TH- Para mí, es el mejor fotógrafo, Desde que fotografió a la Princesa Diana hasta sus fotos de Beyonce para otro de nuestros perfumes, su trabajo me parece increíble.
EI- Además es un tipo muy simpático, muy relajado.

-¿Había trabajado antes con él?
EI- No, nunca lo había conocido, pero me pareció un hombre extraordinario. A veces, cuando trabajas con estos fotógrafos superestrellas te pones muy nervioso, piensas que van a ser unos pesados, unos divos. Pero él fue fantástico.

-Quizás muchos fotógrafos esperan que alguien como tu sea un divo…
EI- No, no, no…Nunca he sido un divo.

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