CUMPLEAÑOS JUANITO JAYUR

Antes que nada, feliz cumpleaños a Juanito Yarur, que el 9 de febrero celebró sus 22 años en una fiesta llamada “From Jet to Yatch” (Del Jet al Yate) que incluyó una embarcación de 65 pies de largo, suficiente Moët Chandon para una travesía de diez horas y, como ya es tradicional, al menos tres cambios de ropa del cumpleañero. Considerando el tema y el lugar de la fiesta, esta vez los cambios fueron de traje de baño: Prada, D’squared y finalmente, un Gucci cubierto de logos y con una enorme hebilla dorada.

“Juanito siempre fue igual”, dijo su madre, Adriana Torres, mientras encendía otro cigarrillo sentada en la popa del yate, con sus ojos escondidos detrás de gigantescos lentes oscuros y su melena desordenada por el viento. “Siempre ha sido muy cariñoso, muy generoso. Es tímido, pero tiene mucha fuerza y una gran personalidad”. Adriana, que voló directamente desde Santiago para acompañar a su hijo en la fiesta, dice que aunque su nacimiento “no fue exactamente una sorpresa”, fue algo inesperado considerando que ella ya tenía dos hijos casi adolescentes, lo mismo que Amador Yarur, el padre de Juanito. “Nunca pensamos en ‘los míos, los tuyos y los nuestros’”, contó, “pero así sucedió y nos hizo muy felices. Juanito fue desde el principio el centro de atención de todos nosotros”.

En 22 años, el “celebutante” –un título que ya le parece algo “passé”– se ha convertido también en el centro de atención de buena parte del país. Desde que apareció en la portada de esta revista en su fiesta de cumpleaños número 18, los comentarios sobre sus gustos, su guardarropa, sus casas, sus autos y su estilo de vida se han convertido en un pasatiempo nacional, la fantasía de muchos, la envidia de algunos, y la obsesión de los periodistas de espectáculos que, la mañana de su fiesta, comenzaron a llamar desde temprano a su secretaria en Santiago, para conocer los detalles de la celebración.

Aunque en algún momento se rumorearon los nombres de Myriam Hernández, María Gracia Subercaseaux y hasta Cecilia Bolocco, el cumpleaños de Juanito fue relativamente íntimo y familiar. Aparte de su madre, su hermano César “Tuto” Stark –que vive en Durham, Carolina del Norte–, su cuñada, sus tíos y primos; se agregaron amigos de Santiago, Miami, Nueva York y Los Angeles: un heterogéneo grupo que componían desde el escritor Jaime Bayly –un friolento confeso, ya que en ningún momento se sacó su boina ni su bufanda– hasta fornidos “gym-addicts” tatuados, y por supuesto, espectaculares mujeres en minúsculos bikinis que hicieron que la fiesta pareciera haber sido producida por Tom Ford.




Diversión en serio
La primera botella de champagne se abrió a la una de la tarde, y la última a las nueve y media de la noche. Juanito, con la ayuda de su amiga Philippa Pain, supervisó todos los detalles de la fiesta dejando en claro que, cuando se trata de diversión, se toma las cosas muy en serio. “Vimos cinco yates antes de elegir éste”, explico la Pain, refiriéndose al “Blue Sea”, una embarcación privada de la compañía Fast Track Yatchs, que en ocasiones anteriores ha sido arrendada por Matt Damon, Greg Kinnear y la banda “Stone Temple Pilots”. El yate tiene dos camarotes, un área de living, amplios espacios exteriores y, ese día, dos kayaks y una “jet-ski” a disposición de los invitados.

El soundtrack del cumpleaños fue constante y ensordecedor; de pronto las “Pussy Cat Dolls” sugerían “Don’t you wish your girlfriend was hot like me, Don’t cha?”, y al siguiente, Mariah Carey lanzaba los chillidos que le han valido el apodo del “ruiseñor de Long Island”. ¿La canción más repetida? “If I Were a Rich Girl”, de Gwen Stefani.

“¿Cuántas veces la hemos escuchado?”, le preguntó un invitado a Juanito al final de la noche, cuando el “Blue Sea” se acercaba a Byscayne Bay y los edificios iluminados de Downtown Miami, “¿Diez?”. “No, al menos treinta”, contestó él, “¡Me encanta!”.
El menú, preparado por un chef cubano a bordo, estuvo inspirado en el verano y el mar, con sandwiches “caprese”, sushi y sashimi, toneladas de frutas y helados, champagne, Apple Martinis, cerveza, y jugos naturales. En un momento del día, un grupo folklórico andino se acercó, con ponchos y zampoñas, al yate. Era una de las sorpresas preparadas por Juanito. “Este es un verdadero choque de culturas”, dijo Bayly sonriendo con cierta ironía, mientras los invitados, Moët Chandon en mano, saludaban a los músicos.
El viaje tuvo dos estaciones, la primera en un banco de arena donde Juanito y sus amigos, Alvaro Concha y Max Encina –un modelo y cantante chileno radicado en los Angeles que llegó a Miami con un cargamento de ropa y accesorios de Marc Jacobs–, recorrieron las tibias aguas en el jet ski, y la segunda en un cayo al atardecer. El resto fue sol, mar y diversión.

“Todos mis cumpleaños han sido buenos”, dijo Juanito al final del día, acarreando los restos de la celebración hasta su departamento en el piso 26 de un fabuloso edificio en Baycayne Bay. “Pero este fue, lejos, el mejor de todos”.

El cumpleaños en cifras

-Cantidad de invitados: 22
-Botellas individuales de Moët Chandon: 48
-Botellas grandes de Moët Chandon: 12
-Número de kayaks: 2
-Número de horas que duró la siesta de Jaime Bayly durante el viaje: 2
-Número de horas de navegación: 9
-Cambios de ropa de Adriana Torres, la mamá de Juanito: 3
-Cambios de ropa de Juanito: 4
-Número de ocasiones en que algún invitado rechazó un Mojito: 0
-Cantidad de invitados que llevaban zunga: 5
-Cantidad de invitados que llevaban una zunga que decía “I Promise to behave this summer” (Prometo comportarme este verano) en su parte posterior: 1
-Número de veces que Jaime Bayly se sacó su bufanda: 0
-Cantidad de invitados que comenzaron a bailar a la una de tarde: 15
-Cantidad de invitados que seguían bailando a las nueve de la noche: 2
-Cantidad de invitados que reconocieron haber bebido en exceso: 4
-Cantidad de invitados que no reconocieron haber bebido en exceso, aunque lo hicieron: 18
-Número de “barmen” presentes que han audicionado para el papel de “Aquaman” en Hollywood: 1
-Número de “barmen” que no consiguieron el papel de “Aquaman” en Hollywood: 0
-Cantidad de invitados que evitaron ser fotografiados: 1
-Cantidad de invitados que buscaron en todo momento la cámara: 21
-Cantidad de veces que Juanito golpeó su piñata de cumpleaños antes de romperla: 12
-Cantidad de veces que alguien se acercó al anfitrión a decirle que “la fiesta esta increíble”: 32
-Cantidad de veces que alguien se acercó al anfitrión para quejarse por el exceso de champagne: 0

Cosas, 2006. Texto y Fotos